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La cirugía que viene a los suelos degradados

11 de julio de 2011

El sistema de recuperación de suelos degradados inició en 2010 su segunda etapa. Una en que se reemplazó el antiguo mecanismo (vigente desde mediados de los 90) y se comenzó a aplicar una extensión, vía una ley que le dio “sustentabilidad” a un programa que, a juicio de los productores, es clave para la rentabilidad y la competitividad del agro nacional.
Sin embargo, a poco andar, ya surgen críticas. Aún más, se alzan voces que insisten en la necesidad de meter mano y realizar una cirugía mayor al nuevo sistema. Una idea que nace tanto desde los gremios, como del propio Ministerio de Agricultura. Parece urgente meter al Sirsd-S al pabellón quirúrgico.


El ministro de Agricultura, José Antonio Galilea es enfático. Y explica que hay un hecho trascendental en el sistema. “Cuando asumimos, nos tocó aplicar el programa de recuperación de suelos degradados bajo la norma de una ley. Antes de 2010, operaba con medidas administrativas, con una enorme flexibilidad en cuanto a su aplicabilidad. De hecho, se podía cambiar temporada a temporada sin mayor dificultad”, cuenta.
Y en ese plano, afirma que está convencido que lo que se debe hacer es cambiar la ley. “Porque, para decirlo clarito, yo creo que la ley quedo mala para el objetivo que se le pretende atribuir a este mecanismo, el cual considero positivo y eficaz”, advierte el personero.
Sin embargo, Galilea sostiene que ahí está la primera dificultad. Si quieren cambiar la ley, deben hacer un trámite largo en el Congreso. “Entonces, lo que hemos hecho, es para mejorar su aplicación, flexibilizar todo cuanto se pueda el reglamento”, explica.
No obstante, está consciente que no es suficiente. “Pasamos de un programa que apuntaba a fósforo y enmiendas calcáreas en lo grueso. Y que ha terminado bonificando 76 prácticas diferentes. Y usted entenderá que si tiene 30 mil millones de pesos al año, que pueden ser suficientes o insuficientes, pero tiene que distribuir en 76 prácticas, nunca vamos a poder generar un impacto en ninguna de ellas”, acota.

mercosur
El programa de suelos degradados surgió a mediados de los 90, como una compensación por la firma del Mercosur.
Básicamente se pensó en la zona sur y en las condiciones que tienen los suelos de origen volcánico, altos en acidez y pobres en fósforo. “Pero durante muchos años, este programa lo hemos idos adornando como un árbol de pascua”, explica el ministro.
En ese sentido, señala que muchos se preguntan por qué definitivamente no se acotan las prácticas bonificables. Y responde: “En eso estamos. Pero no es fácil, porque por años, en determinadas zonas del país, están acostumbrados a que el programa de recuperación de suelos está destinado a arrancar matorrales. En otras zonas, lo dedican a la construcción de pircas; y en otras, creen que es importante para los suelos degradados, bonificar la construcción de cercos. Yo no tengo acá la lista, pero créanme que hay algunas absurdas. Pero no son tan absurdas para las zonas que pudieran sentirse afectadas si uno dice esta práctica se acabó”, sentencia.
Pese a eso, está convencido que deberán tomar decisiones duras y que no van a ser nada de populares. “Lo que seguramente vamos a hacer es concentrar los recursos en tres o cuatros prácticas para que verdaderamente el programa tenga un impacto. Y lo vamos a hacer. Y si tenemos que ir al Congreso para modificarlo, lo vamos a hacer”, aclara.

mucho abarca...
El presidente de Fedecarne, Christian Arntz, concuerda con el ministro. Y agrega que los gremios están impulsando y cogenerando un marco legal que esperan presentar al Ministerio de Agricultura.
Arntz dice que han llegado a la convicción de que ésta es la manera más rápida para que los ganaderos sean más competitivos. “Desde el punto de vista de la competitividad, la única manera válida que hemos encontrado para mejorar, es con el programa de recuperación de suelos. O sea, podemos capear una baja del tipo de cambio, si tenemos un suelo que nos haga más competitivos”, sostiene.
Tomás Erber, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, confirma que la visión crítica del ministro no es sólo del personero. “La ley que está funcionando hoy es bastante deficiente, para ser diplomático. Tiene muchos errores. La ley de suelos ha sido atomizada. Y obviamente, por ello no se pueden obtener muchos resultados. Hoy está enfocado en etnias y un sinnúmero de prácticas”, afirma.
Por eso anuncia que están trabajando en los cambios necesarios. “Ojalá de aquí a fin de año tengamos una propuesta de ley elaborada en conjunto con el ministerio, para mejorar sustancialmente la situación y volver al espíritu original de la ley, que era aplicar enmiendas calcáreas y fertilización por fósforo al suelo, sin adornos y con un incentivo contundente”, sentencia el directivo sureño.
A juicio del presidente del Consorcio Lechero, Germán Stolzenbach, el problema del actual programa está en su aplicación.
“Cuando usted tiene que con recursos limitados abordar muchas cosas, se disgrega y no se cumple el objetivo. Por ejemplo, cuando usted mejora una característica genética, uno tiene una potencialidad de mejoramiento. Cuando mejora dos características, divide por dos la potencialidad. Y si incluye tres características, peor. Se reduce proporcionalmente cada vez que incorpora un nuevo factor. Lo mismo pasa en este caso”, ejemplifica.
Desde su perspectiva y experiencia, considera que el principal factor a abordar en el programa debe ser el mejoramiento de la fertilidad. “Para eso, debemos tener en cuenta que los recursos de fósforo en el mundo son limitados. Pero es el único elemento que usted puede guardar en el suelo”, comenta.
Así, como este elemento tiende a ser cada día más caro, Chile debe tomar una decisión rápida. “Como inversión país, debemos empezar cuanto antes a incorporar más fósforo, como lo hicieron los neocelandeses hace 40 años. Hoy ellos sólo tienen que ir reponiendo lo que extraen. Si hacemos eso, más rentable será para el país el programa y con ello para los productores”, dice Stolzenbach, quien considera que sí o sí el programa debería focalizarse de manera distinta.
Algo que reafirman en otras latitudes. Hace algunas semanas, estuvo en Chile el experto neocelandés, Jeff Morton, quien mencionaba que habiendo normalizado el tema de la fertilidad, la rentabilización de la fertilización correctiva, vía aumento de productividad, se recupera normalmente dentro de un año.

vuelta atrás
El presidente de la Federación de Productores de Leche (Fedeleche), Eduardo Schwerter, celebra la postura del ministro de reconocer el objetivo inicial del mecanismo y “nuevamente focalizarlo a aquello que es donde podemos lograr mayor impacto en mejoramiento de suelos, es decir, mejorar la disponibilidad de fósforo y disminuir la saturación de aluminio o la acidez”.
Y agrega que hoy el presupuesto, que es restringido, se ha visto afectado en su aplicación para las principales actividades. “Es importante mejorar la calidad de las praderas existentes y la productividad”, dice.

Fuente. Revista del Campo Sureño

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