Uruguay: Ganaderos no estarían preparados para iniciar erradicación de la brucelosis
11 de junio de 2012
Así lo señaló Roque Almeida, representante de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) en sanidad animal.
Uruguay no está preparado para iniciar una erradicación de la brucelosis, aseguró a El Observador Agropecuario Roque Almeida, delegado titular de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) en la Comisión Nacional Honoraria de Sanidad Animal (Conahsa) y en el Comité de Gestión y Seguimiento de la Brucelosis.
En una entrevista en la que participó también el delegado alterno, Pablo Waksman, el médico veterinario afirmó que llegaron a esa conclusión teniendo en cuenta la realidad que se vive a nivel de campo y a partir de la información que se evalúa en las comisiones mencionadas.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaté Aguerre, había anunciado el 1° de febrero pasado, en reunión con las gremiales agropecuarias, que en el primer semestre de este año se trabajaría en el diseño de un plan de erradicación de la brucelosis, que comenzaría a aplicarse en el segundo semestre.
En opinión de Waksman, lo que sí se puede intentar implementar en el segundo semestre son todos los cambios que se sean necesarios cumplir como etapa previa a la erradicación. “Hoy estamos en el control avanzado de la enfermedad”, sostuvo.
La experta estadounidense, Valerie Raggan, contratada por el MGAP, sostuvo oportunamente que Uruguay está haciendo las cosas bien, pero que hay varios aspectos a mejorar.
Posiblemente ese paso que se quiere dar es en base a los cambios que la especialista recomendó y posiblemente tengan mucho que ver con el tema de recursos materiales, ingreso de profesionales dedicados específicamente al control de es esta enfermedad, contralor de los laboratorios y de los movimientos y mejorar la vigilancia en los frigoríficos, entre otros, coincidieron los expertos.
Además, hay que tratar de uniformizar los criterios de procedimientos, porque es claro que no son todos iguales en todos los servicios departamentales del MGAP, acotó Almeida.
El representante de CAF en la Conahsa agregó que hay hacer “todo lo que hay que hacer” en tiempo y forma. Eso significa que cuando se encuentra un animal positivo a la enfermedad debe ser eliminado antes de los 30 días, hay que sangrar el ganado y vacunar todos los animales que son de riesgo en el foco. Es decir, restringir los movimientos en ese foco y trabajar en el área del perifoco con celeridad, que “es lo que nos está costando hacer por fata de recursos humanos y materiales”.
Almeida remarcó que hay que hacer un seguimiento de cómo se produjo la enfermedad, hay que visitar muchos productores, hacer una investigación epidemiológica por técnicos especializados.
“Hay que determinar la forma en que se produjo la enfermedad, de dónde provino, qué relación tiene con otros predios. De todo eso hay que hacer un seguimiento para ir a los lugares de origen de la enfermedad. Todo eso requiere de más recursos materiales y humanos”, concluyó Almeida.
Ya se detectaron 19 focos de tuberculosis
El representante de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) ante la Comisión Nacional Honoraria de Sanidad Animal (Conahsa), Roque Almeida, informó a El Observador Agropecuario que ya existen 19 focos de tuberculosis en el ganado lechero. “Son tambos grandes de Florida”, acotó su alterno, Pablo Waskman.
Para los expertos de la entidad, el recrudecimiento de la enfermedad se debe “a un cambio en la forma de trabajar, porque el agente de la enfermedad es siempre el mismo”. A una mayor cantidad de animales por hectárea y un mayor estrés, se suman “esquemas viejos de trabajo de la profesión (veterinaria) y de Salud Pública, a través de los carné de salud “que deben dejar de ser meros trámites burocráticos”.
Los representantes de CAF ante la Conahsa dijeron que ya se sacrificaron unos 1.200 animales enfermos (van a faena sanitaria, pero la carne se puede comercializar si el mal está localizado solo en pulmones y ganglios). “Hubo un afloje en la vigilancia y en sanidad nunca se puede bajar la guardia”, concluyeron.
Fuente: El Observador