Luis Mayol responde los cuestionamientos
2 de enero de 2012
El nuevo ministro de Agricultura, que reemplazó a José Antonio Galilea, rechaza ser el representante de los empresarios agrícolas, y destaca su trayectoria de lucha contra la colusión.
Eduardo Moraga Vásquez Que es una muestra más de que la administración de Sebastián Piñera es el gobierno de los empresarios. Que cómo podía ser que se nombrara al presidente de Copeval, una empresa de retail que ganaba a costa de los agricultores. De todo le dijeron a Luis Mayol en su imprevisto desembarque como ministro de Agricultura la semana pasada.
Su llegada fue tan intempestiva que el viernes pasado, la primera vez que visitó su oficina en el noveno piso de Teatinos 40, todavía colgaban las fotos y recuerdos personales de José Antonio Galilea, la anterior cabeza del Minagri.
De la oficina que tenía hasta el miércoles pasado en la Sociedad Nacional de Agricultura sólo admite echar de menos el tradicional caballo metálico traspasado de presidente a presidente del principal gremio agrícola del país.
-Su nombramiento generó varias críticas. El senador Ignacio Walker advirtió que era negativo que un representante del empresariado se hiciera cargo del Minagri.
-Hay una falta de información total y absoluta. La SNA está compuesta por 47 asociaciones y federaciones gremiales. Por eso no puede ser una institución elitista; representa prácticamente a toda la agricultura de Chile. Creo que el senador Walker, a quien conozco bastante, debiera estar mejor informado, porque su hermano es director de la SNA.
-Un gremio socio de la SNA es la Asociación de Productores de Aves (APA), que está acusada por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de participar en la colusión de las empresas de pollos. ¿No cree que eso genera ruido para el resto de los chilenos? El Minagri colabora, a través de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, con las investigaciones de la Fiscalía.
-La APA es una de las organizaciones que es socia de la SNA, una de las 47 organizaciones gremiales que forman parte de ella. Además, la SNA tiene directa o indirectamente 10 mil socios. Alguien dijo por ahí que yo era el jefe de los fiscalizados. Sin embargo, cuando tienes tal número de socios es imposible controlar todo lo que ellos hagan. La SNA no es un internado ni un reformatorio, es una institución gremial.
En segundo lugar, los agricultores por décadas hemos luchado por la transparencia, por la competencia y en contra de la colusión.
Dejemos que la FNE haga su pega, que los acusados expongan sus puntos de vista y que, en definitiva, el Tribunal de la Libre Competencia dicte su resolución y que ella se cumpla.
-La Fiscalía comenzó en diciembre a investigar a Nestlé y a Soprole. Les pidió informes a los gremios de productores lecheros, entre ellos a Fedeleche, que está asociada a la SNA. ¿Ya tiene una posición al respecto?
-Ahora soy ministro y no dirigente gremial. Voy a hablar de lo que ha sido mi trayectoria. Como presidente de la SNA, expresé nuestra oposición a la fusión de Soquimich con Anagra, porque se podía producir una concentración en los fertilizantes. En ese mismo cargo, la SNA presentó junto con Fedeleche un requerimiento en contra de la fusión de Soprole y Nestlé, porque iba en contra de la competencia y la transparencia. Y también como presidente de la SNA hace una semana firmé un requerimiento en contra de los supermercados porque afectaban el tema de la carne. Una trayectoria en este sentido que no admite ningún punto de discusión.
Renuncia a COPEVAL
-El jueves pasado usted renunció a la presidencia de Copeval, una de las principales cadenas de retail agrícolas. Al interior del Gobierno hubo resistencia a su nombramiento argumentando que los agricultores sentían que ese tipo de empresas ganan plata a costa de ellos.
-Los agricultores deben tener plena tranquilidad. De partida, ya no pertenezco a Copeval. Renuncié al directorio y a la presidencia. Me dolió, porque llevaba 34 años de director de Copeval.
Personalmente no tengo ninguna acción. A través de dos sociedades, que comparto con otra gente, en total poseo 2,3% de las acciones. Además, las puse a disposición de una empresa que se dedica a manejar activos, en una especie de fideicomiso. Eso sin tener obligación legal de hacerlo.
-Sin embargo, usted es una persona muy influyente en Copeval. En 2007 logró parar la OPA que lanzaron los hermanos Trucco por esa cadena de retail.
-Hice un llamado a los agricultores accionistas, todos muy atomizados. Ellos se cuadraron y se pararon detrás de la institución. Sin perjuicio de que para ellos a lo mejor era muy buen negocio haber accedido a la OPA. Se cuadraron todos. Es una empresa muy vinculada a una zona, es un orgullo.
-Pero las otras cadenas, como Coagra o Tattersall, no tienen razones para preocuparse porque llega al Minagri alguien tan identificado con la competencia.
-En ningún caso. Espero que luchen entre todas estas empresas leal y transparentemente para que los agricultores se beneficien.
Muñeca política
-Una de las características principales del ex ministro Galilea era su expertise parlamentario. En cambio, usted no tiene esa experiencia política. Este año se vienen muchos proyectos que tienen que pasar por el Congreso. ¿No se va a transformar en una desventaja como ministro?
-Evidentemente la experiencia del ministro Galilea en ese sentido es mucho mayor que la mía. Sin embargo, tengo muy buena relación con los parlamentarios de todos los sectores. Hemos trabajado juntos muchos temas, sobre todo con las comisiones de Agricultura. Creo que hemos establecido una relación cordial, de confianza y de transparencia. Cuando esos factores existen, las relaciones se consolidan.
-En ese ámbito político, ¿es posible que su paso desde la SNA al Minagri termine por "marcar" a ese gremio con la Coalición por el Cambio y que en un eventual gobierno de la Concertación se lo hagan pagar?
-No, en absoluto. La decisión del Presidente Piñera se debió a mi experiencia personal como dirigente gremial por tantos años, pues eso podía ser un activo para desarrollarme como ministro.
La SNA siempre ha tenido una excelente relación con todos los gobiernos, porque no es un partido político. Así fue la relación con los gobiernos mientras fui dirigente, que en el caso de la ministra Marigen Hornkohl y la Presidenta Michelle Bachelet fue muy buena, extraordinaria. La SNA no tiene nada que ver con política.
Frente a movilizaciones
-El 2011, en Requínoa, se produjo una protesta de agricultores convocada por la Asoex y Fedefruta. Usted se opuso a ella. ¿En qué pie quedó su relación con los fruticultores?
-Esa protesta la SNA no la compartió, pero las relaciones nunca se rompieron. Entendieron la posición de la SNA, porque en ese momento estábamos haciendo gestiones intensas, y con mucha disposición, con el Gobierno para mejorar los problemas que se estaban reclamando.
-Sin embargo, ahora tendrá que lidiar con esos gremios como autoridad. ¿Qué va a hacer si se repiten las movilizaciones?
-La dirigencia gremial ha madurado mucho. Estoy convencido de que si las situaciones se aclaran, podemos llegar a acuerdos.
-¿Y le molestaría que sus antiguos colegas dirigentes organizaran una protesta?
-No tengo opinión sobre eso. Depende de las causas, de las motivaciones que tengan, de cómo se desarrolle. Pero estoy convencido de que por la vía del diálogo no debería haber conflicto. Porque existe, además, una disposición por parte del Gobierno a través de este ministerio de buscar soluciones.
-Finalmente, ¿cuándo tendrá su primera reunión personal con el Presidente Piñera?
-Él dispondrá.
Ministerio corto-Usted tendrá poco más de dos años para desarrollar su labor ministerial. ¿Es un handicap tener tan poco tiempo para imprimir su propio sello? -Es que no hay interrupción ente José Antonio y yo. Mi idea es perfeccionar y complementar la labor que ya se ha hecho. El cambio de ministro no se produjo por descontento de su labor. Dentro del sector agrícola hay una gran satisfacción con lo que hizo Galilea.
No hay problema de aguas-Uno de sus temas favoritos es el uso del agua. Actualmente enfrentamos una sequía de varios años. ¿Qué planea hacer al respecto? -En Chile no existe problema de agua. La realidad es que el 75% a 80% se pierde en el mar, porque no existe la fórmula de aprovecharla, por ejemplo, con embalses superficiales. En un estudio que encargamos en la SNA se determinó que un buen aprovechamiento podría hacer aumentar la superficie de riego en 5 millones de hectáreas. Hoy se riegan 1,2 millones de hectáreas. Una propuesta interesante es el sistema usado en EE.UU. de infiltración de napas. Un metro cúbico en un embalse cuesta $1.000 y en infiltración $30. El Presidente Piñera dio instrucciones al ministro de Obras Públicas para que lo estudiara. Como ministro de Agricultura, voy a ver la forma de apurarlo.
Fuente: Revista del Campo-El Mercurio