De la SNA al Minagri: el perfil del nuevo ministro de Agricultura
2 de enero de 2012
“Creemos que vamos avanzando, tenemos un buen diálogo con el Gobierno, pero a veces nos desesperamos porque los ritmos del sector público son distintos a los del sector privado”, decía en noviembre pasado el entonces presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Luis Mayol Bouchon.
Casi dos meses después, cruzaba la vereda y se convertía en el segundo ministro de Agricultura del Gobierno de Sebastián Piñera, reemplazando al renunciado José Antonio Galilea.
Razones personales hicieron que el ex diputado de La Araucanía se alejara de la cartera. Y su reemplazante surgió desde una de las entidades gremiales ligadas al agro más antiguas del mundo.
Mayol, abogado de 59 años, ha estado ligado a la actividad desde pequeño. Su familia materna tenía campo en la Sexta Región.
Su currículum muestra que estaba relacionado con la Sociedad Nacional de Agricultura hace años. De hecho, fue consejero y director del gremio agrícola en varias oportunidades, hasta que en 2009 reemplazó a Luis Schmidt en la presidencia.
En el plano empresarial, Mayol tiene vasta experiencia. Hasta antes del nombramiento era también presidente de Copeval, director de Puerto Caldera, propietario de la Viña Selentia y productor de uva de vino de exportación, cereales y ganado en la Región de O’Higgins y de La Araucanía.
Justamente estas relaciones con el mundo empresarial le valieron las primeras críticas tras el nombramiento.
Sin embargo, de inmediato salió al paso, declarando que “conflicto de intereses no tengo, además tengo un porcentaje ínfimo de esa compañía”, en referencia a Copeval, firma de la cual es director desde hace 35 años.
Asimismo, adelantó que dicho porcentaje en la empresa de insumos agrícolas ya fue puesto en un fideicomiso ciego, pese a que -agregó- no tenía obligación de hacerlo.
el salto
Hace algunas semanas, Mayol planteaba en Campo Sureño que las necesidades más urgentes del sector se ligaban a todo lo que tiene que ver con competencia desleal; con mejorar las condiciones de acceso de los agricultores al mercado de capitales; y sobre todo la competitividad.
Algo que reafirmó hace unos días en su última columna de opinión escrita como presidente de la SNA, reconociendo el difícil escenario que viene para el 2012 en materia agrícola. “Como hemos visto, el panorama es complejo. A la situación social en nuestro país, se suman los vientos de recesión en el mundo y la grave pérdida de competitividad que arrastra el agro desde hace unos años, por la caída del tipo de cambio y las alzas de costos. Pero los agricultores somos pragmáticos y nos hacemos cargo de los problemas, buscando soluciones”, señalaba el abogado que compartió estudio con el ministro de Defensa Andrés Allamand.
Mayol agregaba que lo avanzado en materia agrícola se ha logrado con innovación productiva permanente, eficiencia creciente y la incesante conquista de mercados. “Pero nuestra aspiración es mayor, y por eso, requerimos la ayuda y el trabajo en conjunto de privados y del Estado, tal como lo hemos venido haciendo estos últimos meses con resultados bastante exitosos, sobre todo, en temas de financiamiento, uno de los factores imprescindibles a la hora de reinventarse”, opinaba el ahora ministro de Agricultura.
su mirada
Durante un seminario organizado por la Universidad Católica de Temuco -hace algunas semanas- Mayol planteaba que los desafíos para mejorar la competitividad del sur de Chile en materia agrícola pasan por varios elementos.
Uno de ellos, es la reconversión productiva, elevando la productividad; innovando en uso de herramientas, seguros y coberturas de riesgo y tecnología; y buscando alianzas y nuevos mercados.
A esto se suma la necesidad de un nuevo trato laboral; el mejoramiento de la formación técnica, lo que a su modo de ver implica invertir en capital humano; y el desafío energético que conlleva el mayor uso de energías renovables.
Pero además cree que hay mejoras concretas que hacer en la gestión del agua y en el plano del riego, que implica un trabajo de fondo. Lo mismo con el suelo, que a su juicio, se debe capitalizar a través de un programa de recuperación más potente que el actual. De hecho consideró insuficiente los recursos para este programa en 2012.
Fuente: Revista del Campo Sureño