Programa de Recuperación de Suelos: La batalla por los US$ millones
18 de julio de 2011
Mientras los productores piden mayor focalización y menor burocracia, en el Minagri apuntan a un aumento de 5% para 2012.
Eduardo Moraga Vásquez Un golpe de timón. Eso es lo que pide el agro sureño. Ganaderos y lecheros están molestos con una de las principales políticas del Gobierno para su zona: la recuperación de suelos.
Bajo ese anodino nombre se esconde un programa que en 2011 debía entregar 27,7 mil millones de pesos a los agricultores. Su objetivo es mejorar la capacidad productiva de las tierras agrícolas. Sin embargo, por orden del Ministerio de Hacienda, se recortó en 10%. El objetivo del apretón, que afectó a buena parte del aparato estatal, fue contener el gasto fiscal como forma de controlar la caída del dólar. El año pasado, producto de la redirección del presupuesto luego del terremoto, el monto que se entregó bajó a menos de la mitad de lo presupuestado.
En el sur creen que se llegó a un punto de inflexión. El programa estatal nació como una medida de parche. En 1996, el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle necesitaba destrabar la aprobación del acuerdo comercial con el Mercosur en el Congreso. La solución de La Moneda fue comprometer una compensación al agro sureño, el principal afectado por ese TLC, por US$ 50 millones anuales durante dos décadas para mejorar la fertilidad de los suelos. Hasta hoy esos dineros son administrados por el Indap y el SAG.
El problema es que por la precariedad en el diseño y el atractivo monto involucrado, se convirtió en un cofre al que era fácil echarle mano para las diferentes administraciones que han pasado por el Minagri.
De hecho, una de las críticas de los sureños es que el SAG redestina esos fondos cuando enfrenta emergencias sanitarias, como la mosca de la fruta, beneficiando a la fruticultura de la zona central.
"Hay una evidente falta de foco. El Presidente Piñera tiene que golpear la mesa", sentencia José Antonio Alcázar, gerente técnico de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago).
Entre los agricultores sureños se recuerda que la meta inicial era apoyar la fertilización, vía fósforo y cal, entre Biobío y Puerto Montt. Tanto la herramienta como la zona estaban claras. Lo que sucedió después fue una paulatina ampliación geográfica y de prácticas aceptadas, como subvencionar cercos perimetrales o el desmalezado.
"Además, el proceso se volvió muy burocrático. Los agricultores que postulan deben gastar entre $150 mil y $250 mil en documentos y estudios para presentarse, sin la seguridad de ser aceptados", reclama Alcázar.
Ese requisito es una barrera importante, pues, según los registros gremiales, usualmente el máximo que se obtiene es de $4,4 millones por agricultor. Para tener un punto de comparación, según los cálculos de la Sago, llevar un suelo con un índice de 5 partes por millón de fósforo, considerado pobre, a 20 partes por millón, considerado plenamente productivo, requiere una inversión de $1,4 millones por hectárea. O sea, se realiza un trámite costoso, que en el mejor de los casos servirá sólo para tres hectáreas.
Además, recibir el beneficio una vez se convierte en un "castigo" a la siguiente postulación, pues resta puntaje.
2012 con aumento de 5%
En el Minagri afirman estar al tanto del malestar sureño. Gustavo Rojas, director de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), puntualiza que comparten varios puntos de la crítica gremial al programa de recuperación de suelos.
"Uno de nuestros objetivos es darle un foco en la mejora del suelo. Estamos reduciendo drásticamente el número de prácticas aceptadas. Queremos que sea realmente efectivo. Además, al ser un programa de fomento productivo, calza muy bien con los ejes del Gobierno", explica Gustavo Rojas.
El director de Odepa afirma que las actividades susceptibles de bonificación pasarán de las más de 70 en la actualidad a sólo una veintena, con énfasis en la entrega de fertilizantes a los suelos. Eso sí, se restringirá el uso de nitrógeno, elemento usado especialmente en la zona central del país.
Además, Rojas explica que están trabajando en simplificar los trámites de postulación. Respecto de los recursos disponibles, el funcionario adelanta que pedirán un aumento de 5% para el presupuesto de 2012.
Un monto que para Alcázar todavía es escaso. Apunta a que el Estado debe subir a $100 mil millones anuales el monto destinado al programa de suelos. Con ese nivel se lograría un impacto real en la economía de la zona sur.
"Estamos en un momento expectante para la producción de carne y leche. La demanda futura va a ser buena, pero enfrentamos una caída de la masa ganadera producto de la coyuntura económica de años anteriores. Para revertirla, es vital que el Gobierno nos apoye. El desarrollo frutícola se explica, en parte por el subsidio al riego, lo mismo que el forestal, con el de plantaciones. No se trata de regalar plata, sino de darle un impulso a rubros con un futuro prometedor", remata Alcázar.
Fuente. Revista del Campo. El Mercurio