Los mejores frenos contra las heladas
25 de julio de 2011
Expertos y agricultores hacen recomendaciones para lidiar con la amenaza que por estos días se expande por los campos.
Hace poco más de dos semanas, los termómetros reventaron a la baja. Hasta menos cinco grados se registraron en algunos valles y en la precordillera, poniendo en jaque a los productores, principalmente los de frutales perennes, como paltos y cítricos, que sufren en estas fechas. Pero las bajas también pusieron en alerta a los agricultores de especies caducas, como uva de mesa, cerezas o arándanos, quienes empezarán a rezar a fines de agosto y en septiembre, para que las heladas tempranas no aparezcan.
A muchos agricultores se les vinieron a la memoria las heladas históricas de 2007, que quemaron valles completos de frutales. En ese entonces, varios vieron cómo se perdían plantaciones completas.
Tal fue el caso de agricultores como Jorge Schimidt, que en su campo de Las Peñas en Llay-Llay, por el impacto de las heladas, arrancó 70 ha de paltos de las 320 ha que tenía.
La desgracia obligó a varios a repensar el negocio y definir si apostarían por otra especie o adoptarían medidas contundentes de control. La mayoría apostó por lo segundo.
La introducción de tecnologías en los campos ha permitido a los agricultores un leve respiro, a la hora de enfrentar las bajas temperaturas. Leve respiro, porque el control de heladas es uno de los asuntos climatológicos más difíciles de enfrentar.
Hoy en los campos se ven tecnologías como riego por aspersión, aplicación de vapor y hasta helicópteros que mueven masas de aire.
Innovaciones, de lo artesanal a lo tech
El ciento por ciento de la uva perdida y el 80% de las ciruelas. Ese brutal escenario fue el que vivenció el productor Florencio Lazo el 17 de octubre de 1991, después de una helada histórica que azotó la VI Región.
Lejos de deprimirse, el agricultor sacó fuerzas de la desgracia y decidió que nunca más pasaría por algo así. Dado que en el mercado había pocas innovaciones para el control de heladas, tanto en Chile como en el mundo, decidió inventar él mismo una máquina para ese propósito. Y, tan efectiva resultó la invención de la Lazo Frost Dragon, una especie de soplete gigante, que en vez de fuego expulsa chorros de vapor, que hoy su invención no sólo se vende en Chile sino que en todo el mundo.
Las formas de controlar las heladas propias del siglo XXI, no distan mucho de la lógica utilizada en las últimas décadas. Por ejemplo, se sigue usando vapor para subir las temperaturas en los campos, pero ahora éste se genera con una máquina y no con un tarro artesanal que quema combustible.
La innovación, entonces, al hablar de control de heladas, tiene que ver con mejorar los procesos.
Aquí se presentan algunas experiencias y tips para el control de heladas de distintos actores que han tenido que lidiar con la fría amenaza:
Planificar con mapas
Suena majadero y quizás para muchos peque de obvio, pero lo cierto es que algunos agricultores no toman en cuenta cuáles han sido las condiciones climáticas y los riesgos históricos de heladas en la zona donde realizan sus inversiones.
Muchos simplemente optan por los campos más baratos o las tierras de un amigo, confiando en el olfato y olvidando acceder a informes completos. En la Dirección Meteorológica de Chile y la Universidad de Chile se pueden comprar mapas con la imagen satelital y los microclimas de una zona específica, los que incluso consideran las diferencias en las pendientes.
"La base es estudiar bien las temperaturas hasta tres años antes de decidirse a plantar. Los métodos que existen para la hoja perenne no son 100% efectivos. La mejor forma de prevenir las heladas es estudiando los microclimas y plantando en lugares con mínimo riesgo, en vez de invertir en sistemas de control de heladas", explica Ricardo Ariztía Tagle, gerente general de empresas agrícolas AT.
La precisión de los sensores
Hoy se cuenta con sensores para todo nivel de campo. Para ver cuando la tierra está seca e impulsar el riego automático; para medir las cantidades de fertilizantes que necesita la planta y, por supuesto, para controlar las temperaturas.
Con esta información se puede saber en qué sector hay riesgos.
Aspersión: no olvidar los clásicos
Muy eficiente para los cultivos de hoja caduca, el método de aspersión es hoy un clásico. El sistema consiste literalmente en hacer llover sobre la producción ante un evento de helada. El volumen del agua aplicada es tal que es capaz de mantener una película de hielo que cubre y protege la planta a cero grado.
El sistema es muy utilizado por productores de arándanos en el sur del país, y viñas del valle de Casablanca.
"Una de las formas más simples de reponer la energía que pierde la planta con grandes heladas, sobre los 8 grados bajo cero, es usar agua", explica Francisco Meza, director de INIA Intihuasi y experto en la materia.
Molinos, calefactores y helicópteros remasterizados
Lo que está de moda hoy, no es sólo instalar molinos o calefactores y dejarlos funcionando ¡No! La lógica es sincronizarlos.
Por ejemplo, está comprobado que la eficiencia en tecnologías como la de los molinos son acotadas. Aunque efectivamente éstos hacen subir la temperatura, no se logra aumentar más de dos grados. Así, ante eventos donde baja en exceso la temperatura, por ejemplo, con ondas polares, lo que sugieren los expertos es diversificar las opciones: complementando un molino con calefactores que tiren aire tibio desde el suelo, para que el aire que circula efectivamente suba la temperatura, entre otras.
"Ante una onda polar no es más lo que se puede hacer. El aire helado es más pesado, entonces, se asienta por debajo de uno más cálido, impidiendo que se den corrientes efectivas de aire", señala Meza.
Esa ha sido una de las claves del control para empresas como la exportadora Subsole.
"La fusión es la respuesta. Cualquier sistema sólo logrará elevar la temperatura entre 1°C y 2°C con un gasto considerable de energía; sin embargo esta pequeña diferencia puede significar la protección de la cosecha", indica Andrés Link, ingeniero agrónomo del área técnica de cítricos y paltos de Subsole.
Buenos huertos
La calidad de la planta es otro de los temas clave. Una planta en buen estado resiste de mejor manera una helada. "Cuando hiela, ayuda el tener huertos sanos", revela Ariztía.
Tecnología israelí
Ver innovaciones que se están haciendo afuera, como las económicas mangas de agua israelí, son parte de los consejos. "Las mangas con agua las trajo un técnico de Indap. Es una tecnología israelí en la que la idea es que el agua se caliente en el día y en la noche libere calor para aumentar la temperatura en el invernadero. Yo las uso en mi invernadero de tomates", señala Yeri Ávalos, productor de El Palqui, comuna de El Monte.
El truco químico
Otra de las sugerencias es no olvidar la contribución que hacen algunos químicos en los cultivos. Resguardar las plantas con estos productos, puede, en algunos casos, elevar hasta casi dos grados la temperatura.
Distinguir especies
No es lo mismo prevenir heladas para paltos, cítricos, uvas u hortalizas. Cada especie se ajusta mejor a distintas formas. Por ejemplo, para las hojas perennes la aspersión puede ser un problema, porque el hielo en los árboles puede romper hojas y ramas.
Para hortalizas los métodos son distintos, porque la planta está en general a ras de suelo. "Los consejos para hortalizas son no poner especies sensibles y atenuar el riesgo con mantas térmicas de textiles de propileno, que se instalan por encima de los cultivos", explica Pablo Rioseco, ingeniero agrónomo asesor de distintos campos de especialistas en el sector de hortalizas.
En el caso de la uva de mesa, los productores de Apeco, en Copiapó, además de contar con calefactores y hasta helicópteros, han optado por adelantar los cultivos en pleno invierno, empujando la salida de los brotes más tempranamente.
Cuidar los mercados
Si una helada llegara a afectar los campos y los productores no pudieran prevenir, el llamado de los expertos es a ser conscientes y no castigar a toda la industria haciendo envíos irresponsables de fruta. "Otro tema relevante, a posteriori, es no exportar fruta con problemas porque una vez producida la helada tienes que evitar el daño comercial que se produce en los mercados" remata Miguel Allamand de Subsole.
"Me molesta que la gente pelee contra el clima o contra el dólar, más allá de lo que puede manejar el clima. Hay que arrancarse de la condición climática", revela Pablo Rioseco.
Aunque depende de variables como el tiempo de exposición o la maduración de la fruta, hay acuerdo en que los paltos soportan -1° C; los limones -1,5° C y los naranjos -2° C; todas por un tiempo estimado de dos horas.
VariablesLas variables de especie, de tiempo de exposición de madurez de la fruta, e incluso dónde se compraron las plantas, pesan al hablar de heladas. Hay un mundo de diferencia entre tener por ejemplo cítricos a -2° C o a -1,5° C.
Fuente: Revista del Campo- El Mercurio