Las 17 cosas que los agricultores deben considerar de las cenizas de El Caulle
18 de julio de 2011
La erupción del Cordón El Caulle sigue dando qué hablar. Tres físicos de la Universidad Nacional de Río Negro, una de las provincias argentinas más afectadas, calcularon que el complejo volcánico expulsó cien millones de toneladas de ceniza, arena y piedras pómez, lo que es comparable a la carga de 24 millones de camiones de transporte de áridos.
Los investigadores plantean como hipótesis que el área cubierta por el material expulsado por el volcán es de unos 1.700 kilómetros cuadrados, con un espesor promedio de diez centímetros. Y la energía necesaria para elevar esa masa de materiales fue de mil kilotones, equivalente a la energía liberada por 70 bombas nucleares.
Lo cierto es que los datos apuntan a que el territorio argentino es el que más ha sufrido con la ceniza liberada durante el último mes y medio.
En Chile, en tanto, una de las preocupaciones se centra en el ámbito productivo.
En la Región de Los Lagos se han desarrollado una serie de acciones que favorecen a cerca de 670 agricultores ubicados en la “zona cero” de la erupción del complejo volcánico, con el fin de facilitar la alimentación de animales que se encontraban en los predios afectados.
En Los Ríos, unas 423 familias han sido focalizadas por la acción estatal, con cobertura a 1.062 bovinos y 3.635 ovinos a quienes se les ha proporcionado 3.358 fardos y 27.250 kilos de concentrado.
Mientras, ya se comienzan a proyectar los posibles impactos en el mediano plazo.
El ingeniero agrónomo de Inia Remehue, Alfredo Torres, ha sido el encargado de recolectar las muestras de suelo en la zona afectada, para luego analizar en el laboratorio del centro de investigación ubicado en la provincia de Osorno.
Torres habla desde la experiencia, a partir de observaciones en casos anteriores de los volcanes Hudson, Lonquimay, Llaima y Chaitén. “Estos datos nos permiten indicar que la caída de cenizas volcánicas pueden acarrear diversos trastornos para la ganadería de la región, estando su gravedad relacionada con la cantidad de cenizas depositadas y la composición de las mismas. Hasta el momento no se han reportado sustancias tóxicas en las cenizas, sin embargo, no se descarta que en nuevas emisiones del volcán cambie la composición de las mismas. Tampoco se han reportado cantidades importantes de cenizas que cubran la vegetación impidiendo la alimentación del ganado. Pero sí existe un cubrimiento parcial que imposibilita en muchos casos que los animales coman forraje o beban agua libre de cenizas en las zonas más afectadas”, explica.
En este escenario, el profesional y la ingeniera en Ejecución Agrícola, Yamilet Ahumada, confeccionaron una cartilla informativa para los agricultores y ganaderos.
En el documento expuesto a Campo Sureño, los especialistas recomiendan que para evaluar el grado de compromiso de la situación de cada predio, es necesario analizar una serie de factores.
Entre ellos se cuenta la especie animal, el sistema de producción, la productividad de las praderas, la cantidad o altura de cenizas en praderas, la cantidad de cenizas en arbustos de ramoneo como la quila y la cantidad de forraje conservado disponible (ensilaje, pasto seco, paja, etcétera).
En relación a la especie animal, se observan algunas diferencias. Los ovinos, caprinos y equinos, por su anatomía bucal (poseen dientes arriba y abajo) tienen un hábito de pastoreo más profundo. Por lo tanto, están más expuestos a consumir forrajes contaminados con cenizas.
En cambio, los bovinos por su anatomía bucal, difícilmente pueden dejar un residuo inferior a 4-5 centímetros, por lo que están menos expuestos a consumir cenizas cuando éstas se presentan en pequeñas cantidades.
Además, se debe considerar que si ocurren precipitaciones intensas, las cenizas escurren hacia el suelo y dejan de ser un problema para este tipo de animales.
forraje
Asimismo, los expertos señalan que los ganaderos que dentro de su sistema de producción conservan forraje, ya sea silos en bolos, silos tradicionales o fardos, o suplementan con concentrados, no deberían tener mayores inconvenientes hasta fines de agosto e inicio de septiembre. Esto independiente del nivel de cenizas que tengan en sus praderas.
Una situación distinta viven los productores que usan sistemas donde no se consideran alimentos conservados, por tener animales más rústicos (razas especializadas de carne, ovinos, caprinos). Ello, los que dependen del ramoneo de arbustos como la quila o del escaso forraje que está entregando la pradera, tienen una situación crítica si es que están con cenizas.
Sin embargo, también se debe tener en cuenta la productividad de las praderas. En efecto, una pradera naturalizada de baja producción, genera un mayor riesgo de consumo de cenizas por tener una menor altura de forraje.
Por el contrario, una pradera de alta producción, al tener más altura, permite que el animal coma la estrata superior, lejos de la base de la planta donde se concentra la mayor cantidad de cenizas.
Según señalan los especialistas, de acuerdo a lo observado a la fecha, los rubros ovino y equino están siendo muy sensibles a los efectos de la erupción en comparación con los bovinos.
Y enfatizan que en cualquier caso lo más recomendable es evitar el consumo del material contaminado. Ello, pues en erupciones anteriores se registraron daños por efectos mecánicos y toxicológicos (especialmente osteofluorosis) en el ganado.
En ese marco, los expertos realizaron una serie de recomendaciones para los productores que se han visto afectados, o que potencialmente pueden sufrir el efecto de la erupción volcánica en el corto plazo. Todo, tomando en cuenta que la condición puede cambiar dependiendo del viento o si se modifica la composición de las cenizas.
Aquí, Campo Sureño detalla las 17 cosas que deben tomar en cuenta los productores, según la recomendación de los investigadores.
1.-Si se necesita adquirir alimentos como fardos, concentrado o silo en bolos, es importante calcular el costo del kilo de proteína o la Megacaloría de Energía Metabolizable que nos entregan estos alimentos. En términos muy generales si el fardo de pasto seco sobrepasa los $ 2.000 podría ser conveniente comprar un concentrado. En este caso se debe tener precaución y observar atentamente el comportamiento de animales alimentados en base a concentrados, ya que su bajo contenido de fibra genera riesgo de acidosis.
2.- Es probable que un bovino u ovino que no está acostumbrado a comer concentrado, pasto seco o ensilaje tradicional o en bolos, se demore uno a tres días en aceptarlo.
3.- Si se tiene un número pequeño de animales, se recomienda cosechar, sacudir y lavar la quila y otros arbustos de ramoneo para disminuir el consumo de cenizas.
4.-Antes de entrar a pastorear una pradera contaminada con cenizas, se recomienda pasar una rastra de sacos o neumáticos o ramas para desplazar este material hacia el suelo. Esto es particularmente importante en especies con hojas pilosas como el pasto dulce (Holcus lanatus), pues en ellas se adhieren mejor las cenizas.
5.- Considerar además, que tengan acceso a beber agua libre de contaminación con cenizas, o sea en bebederos abastecidos por pozos profundos y vertientes. Si la cantidad de cenizas que están cayendo es importante, se sugiere tapar los bebederos con plásticos, planchas de zinc u otros elementos.
6.- Si se abastecen de cursos de aguas superficiales con cenizas, se recomienda, si es posible, extraer el agua y esperar un tiempo prudente para la decantación de las cenizas, aunque seguramente las partículas más finas quedarán en suspensión dejando el agua turbia.
7.- La acumulación de cenizas entre las fibras de lana de los ovinos impide su eliminación con la lluvia y aumenta el peso a transportar, lo que se agrava con el debilitamiento del animal por la mala alimentación o por encontrarse en estado de gestación terminal o paridas e iniciando la lactancia.
8.- Evitar que los animales recorran mucho, ya que el esfuerzo genera un mayor requerimiento de energía. Además, al agitarse aumenta la aspiración de cenizas.
9.- Si consideramos que las cenizas tienen un efecto abrasivo (similar a una lija), para minimizar su ingreso por las vías respiratorias e impedir la ocurrencia de irritaciones a los ojos, se recomienda (si es posible) proteger los animales en galpones para impedir su contacto con las cenizas cada vez que éstas precipiten en forma abundante.
10.- En los equinos, es importante limpiar su lomo con un cepillo antes de ponerle la montura para evitar heridas. Las cenizas pueden provocar irritación de la piel en cualquier especie animal.
11. -El hábito de los animales de pastorear en contra del viento influye en el impacto que las partículas de ceniza ejercen en los ojos, disminuyendo su visión o en algunos casos pudiendo perderla totalmente según el viento.
12.- El consumo de forraje con cenizas puede provocar un desgaste prematuro de la dentadura. De ocurrir esto, es un factor más a tener en cuenta al momento de planificar la reposición de vientres.
13.- En caso de que persista la caída de cenizas, pueden aparecer en el mediano plazo algunos problemas de salud en el ganado. Sesugiere que ante la muerte de un animal en que se sospeche como causa la intoxicación o daño mecánico por cenizas, se determine el motivo exacto de ésta, para poder entregar a los productores las recomendaciones pertinentes.
14.- Si la situación de caída de cenizas se hace más intensa y se decide descargar el predio, por ejemplo con la venta de animales, dejar los vientres como vacas y ovejas madres seleccionadas por su mejor condición. Así, se deben vender machos y vientres de desecho.
15.- Las lluvias de los últimos días han provocado una disminución de las cenizas en suspensión y han limpiado considerablemente los forrajes, los que han vuelto a ser aprovechados por los animales.
16.- De los elementos analizados y que pudieran servir como nutrientes para las plantas, han caído cantidades muy bajas. Se trata de un material inerte y que necesitará un tiempo muy prolongado para estar disponibles.
17.- Es importante anticipar el nuevo escenario que se producirá en primavera cuando dependamos del crecimiento de las praderas para la alimentación de los animales y la conservación de forrajes para los periodos críticos que vienen (verano e invierno 2012). Además, se deben considerar las alternativas de recuperación de las praderas más afectadas por la acumulación de las cenizas, como su incorporación al suelo.
Fuente. Revista del Campo Sureño