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La encrucijada de la carne y la ganadería bovina chilena

4 de julio de 2011

Hoy el mundo demanda más carne. Y todo indica que esto seguirá así por mucho tiempo más. Los cálculos de perspectivas de precios también apuntan hacia arriba en todos los gráficos. Según la FAO, los valores de la carne podrían crecer 30% al finalizar esta década.
Esto abre una buena oportunidad para los países productores. Una chance que Chile mira desde lejos, pero con ganas de estar más cerca.
Desde hace unos años, el país comenzó una carrera exportadora que tuvo su peak en 2005 con ventas al exterior por más de 54 millones de dólares, merced de más de 18 mil toneladas.

Sin embargo, en los años sucesivos el sector aterrizó abruptamente. En 2010, se vendieron al exterior 34,5 millones de dólares; y en las últimas tres temporadas no se ha podido superar las 5 mil toneladas exportadas.
Por ejemplo, Paraguay -un país de 7 millones de habitantes- exportó 170.000 toneladas de carne de vacuno en 2010.
De allí que suene extraño lo que sucede en Chile, con un escenario de altos precios, pero a la vez una escasez de animales para faena, capacidad ociosa en los mataderos y una eterna discusión por lo que se debe hacer para aumentar las cuotas y mercados de exportación. Y por su puesto, la masa ganadera.
“La carne está hoy en una encrucijada. Hoy tenemos precios favorables para el productor chileno, a pesar de que se aprecia un aumento de los costos de los insumos. Esto, en un escenario de precios que se ha mantenido, hace que el negocio no sea un boom, pero sí incentive a que gente que estaba con ganas de salirse hace un año y medio, lo piense e invierta de nuevo”, señala el presidente de la Federación de Productores de Carne (Fedecarne), Christian Arntz, enfatizando en que la productividad, la eficiencia y la comercialización aparecen en el horizonte como una necesidad urgente. A todo nivel.
La cadena dice saberlo. Año a año, todos los actores del rubro se reúnen en los llamados Talleres de la Carne, para discutir los grandes temas y la agenda del rubro para convertirse en un sector relevante.
La versión número 11 del encuentro organizado por el Comité de Carnes Rojas de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), se desarrolló en Puyehue -la anterior fue en Pucón-.
El presidente de la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes (Faenacar), Nicanor Allende, cree que la competitividad y productividad son temas prioritarios a abordar de manera conjunta por todos los actores de la cadena. Pero con plazos definidos.
“Creo que si uno le pone fechas a las cosas y de paso transparenta el negocio y lo proyecta, sacando más conocimiento del mercado, es muy positivo tanto para la ganadería nacional como para el desarrollo de la industria”, sostiene el representante de empresas AASA.
A su juicio, para esto es clave abordar la trazabilidad y el desarrollo de la masa ganadera. Y además, todo lo que tiene que ver con la problemática de las plantas faenadora, principalmente lo referido a la apertura de nuevos mercados y la relación público privada.
-¿Cómo vislumbra la temporada 2011 para los frigoríficos?
-Básicamente, hoy los frigoríficos están complicados. Creo que 2011 será uno de los años más bajos, de los últimos 10 ó 15, en oferta de ganado. En segundo lugar tenemos el tema de las exportaciones, que se ven afectadas por el efecto del dólar. Pero hay que ser inteligentes, creativos y ver como seguimos sobreviviendo.

Franqueza


El vicepresidente de Faenacar, Ricardo Fehlandt, sostiene que hay un aspecto de gran relevancia en el Taller de Puyehue. Y éste es que por primera vez en muchas jornadas, los temas se pusieron de manera muy franca sobre la mesa. “Han habido ponencias muy fuertes de distintos actores de la cadena. Y eso es sano, porque nos va a permitir analizar los distintos eslabones en que la cadena no está completamente de acuerdo o tiene opiniones diferentes”, sostiene el representante de MB Holding.
Desde su perspectiva, la unión de la cadena es uno de los elementos que puede cambiar el destino del sector. “Nuestro convencimiento es que si no logramos una unidad como gremio, la carne en Chile, como producto, corre un serio riesgo de pasar a ser una parte mínima en relación a la importancia que debe tener, sobre todo en el sur”, enfatiza. Y agrega que para ello falta que todas las partes cedan “un poquito”.
Entre los temas trascendentes, Fehlandt considera que los pequeños productores, que trabajan en la crianza, deben ser incorporados como una parte primordial dentro de la cadena de la carne.
-¿Cómo analiza lo que pasa hoy en el mercado de la carne en Chile?
-El mercado está muy complicado. Como Faenacar, tenemos un gran competidor que es la carne importada. El 57% de la carne que consumen los chilenos viene del exterior. Y eso fija un nivel de precios que se le aplica a los productores chilenos. Mientras, los supermercados, que representan el 70% de las importaciones, presionan al mercado interno. De esa manera, la única salida para la carne nacional es a nichos en el extranjero. Pero ahí nos topamos con el problema del dólar y con algunos costos internos que son mayores a los de otros competidores nuestros.
-¿Qué elementos les hace ser menos competititivos?
-Nosotros tenemos un ítem importante en nuestros costos, que tiene que ver con el control del SAG, que es muy exhaustivo, pero que implica costos adicionales en el proceso de faena. En otros países ese costo lo cubre el Estado; en Chile, somos los privados. Ahí tenemos un tema importante. Y debemos buscar algún entendimiento respecto de este aspecto.
-Y además falta masa ganadera...
-Este es otro aspecto complejo. Estamos todos los mataderos y frigoríficos habilitados para los mercados más exigentes de exportación, con falta de animales para faena. Y vuelvo a lo que mencionaba, respecto de la cadena. Es de vital importancia, de supervivencia casi, que hagamos algo para que la masa ganadera recupere un nivel. En un momento llegamos a unos 3,9 millones de cabezas, pero hoy estamos en unos 3 millones. Y si no hacemos algo llegaremos a 2 millones y medio. Eso sería nefasto. Tenemos una importante capacidad ociosa. Yo creo que todos los mataderos y frigoríficos estamos, en promedio, en torno al 60-65% de nuestra capacidad instalada.
Fehlandt considera que en este tema, tienen una seria competencia desleal en mataderos que no cumplen la normativa y siguen funcionando. “Hay lugares no controlados y vigilados. Se trata de canchas de matanza que se denominan mataderos, pero donde no hay ninguna norma de sanidad, higiene ni control. Y esa carne muchas veces sale al mercado. Ahí somos inflexibles, exigiendo a la autoridad que se controle el tema. Porque estos lugares faenan el 25% de la carne que se produce en Chile”, sentencia.

Un experto en el SAG

Horacio Bórquez conoce a fondo el tema. Durante varios años fue el presidente de Faenacar. Este año, llegó al Taller de la Carne como subdirector del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la entidad que fiscaliza y autoriza los envíos, además de estar a cargo de programas que impactan directamente en el sector.
A su juicio, la importancia de la instancia está en que se alza como un punto de encuentro para la cadena para actuar en conjunto.
Desde su experiencia, señala que no ha sido fácil exportar. Y que el dólar evidentemente afecta.
Sin embargo, ve la coyuntura actual como una oportunidad para el rubro. “Nuestros volúmenes han ido bajando. Pero hoy con precios al alza y más tiempo, se puede generar un gran trabajo que decante en la mantención de las vacas e incentive una recuperación de la ganadería en el sur”, dice, remarcando que esto se ve refrendado en las estadísticas que muestran una alta retención de vientres.
-El tema de la trazabilidad es clave para los productores y la industria. Sin embargo, hay un retraso en su implementación...
-No existe inocuidad sin trazabilidad. Nosotros esperamos antes de fin de año tener todo lo que tiene que ver con trazabilidad en la web para que todos los ganaderos puedan ingresar. Hay un compromiso del Gobierno de tener trazabilidad animal de aquí a dos o tres años. Y se están haciendo todos los esfuerzos para lograrlo. Hay interés real y los productores se quejan porque es muy lento. Esa lentitud pasa porque los sistemas computacionales se han retrasado, pero vamos a tener todo listo antes de fin de año.

ovinos igual
El corazón ganadero está en la Región de Los Lagos. Sólo en este territorio hay unos 28 mil ganaderos de carne bovina. Y lentamente la ganadería menor toma fuerza.
En ese sentido, en la edición número 11 del taller de la carne se invitó al Consorcio Ovino para participar del encuentro. “Este es un rubro que está expandiéndose. Hoy tenemos a 19 mil ganaderos ovinos en la región y queremos que este sector se siga desarrollando”, sostiene el seremi de Agricultura de Los Lagos, Rodrigo Mardones.
Esto en un escenario global bastante favorable para la ganadería. “Es importante tener en cuenta la situación de los mercados futuros, que se vienen interesante en cuanto a una demanda estable y precios al alza.Pero lo mismo ocurre con los costos y hay que tener cuidado con eso. El mundo está demandando proteína, carne bovina y ovina, y tenemos que aprovechar el escenario, porque nosotros tenemos ventajas comparativas y competitivas para hacer un buen negocio”, advierte.
Según el personero regional, una de las diferencias de los últimos dos talleres tiene que ver con una mirada especial. “Muchos de los que estaban en el sector privado hoy están en el público. Entonces hay una visión bastante común. Por eso, tenemos la obligación de sacar productos rápidos de estos talleres, por el conocimiento que existe del rubro”, acota.

Fuente. Revista del Campo Sureño.

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