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Recetas para mantener los precios altos

7 de marzo de 2011

Los precios de la carne bovina no paran de repuntar, pero las falencias de la industria nacional impiden sacar partido a la tendencia. Los expertos sugieren mejorar el manejo productivo, invertir más en genética y profundizar en la asociatividad.
Martina Salvo de Oliveira Las carnes rojas están más jugosas que nunca. No sólo eso, sino que de acuerdo a como se están moviendo los mercados internacionales, las perspectivas son más que positivas. La disminución de la oferta mundial sumada a la creciente demanda ha hecho que los precios despeguen absolutamente de lo que venían viviendo. Así, el novillo que hasta hace poco estaba a $660 el kilo ahora está a $1.100; y el ternero para cría duplicó su valor pasando de los $700 por kilo hasta los $1.500. Valores más que atractivos para la industria.El alza de los precios, -que es parte de la que viven varios otros alimentos a nivel global- se explica, entre otras razones, por el aumento de la población y el de los ingresos en países en desarrollo y por la escasez de producción en la región -en los países asociados al Mercosur- por la, hasta ahora, esquiva rentabilidad. De hecho en Argentina, hasta hace unos años una de las potencias productoras de carne del cono sur, hay una importante caída de ventas de animales. Así, en febrero en el mercado de Liniers se faenaron 86,7 mil animales, un 10% menos respecto de enero, donde se vendieron 95,5 mil ejemplares."Según la FAO, desde 1995 a la fecha, la masa ganadera creció 3,7%, en cambio la población mundial lo hizo en 16,8% y los ingresos de las personas aumentaron 24,4%. Con esto, la demanda mundial por carne creció", sostiene Nicanor Allende, presidente de Faenacar.La buena noticia para los ganaderos es que esos buenos precios, según los expertos, parecieran haber llegado para quedarse. El año pasado se exportaron 5 mil toneladas de un total de 209 mil toneladas que se produjeron en Chile. Adicionalmente, se importaron cien mil toneladas. Entonces hay un amplio margen para crecer y vender en el mercado doméstico y afuera.Y si bien los ganaderos chilenos están contentos con la situación actual, para conseguir sacar partido a más largo plazo hay que hacer algunos ajustes. Según distintos actores, lo que estaría faltando para apuntalar a la industria, sería mejorar el manejo de praderas, trabajar más a fondo la asociatividad, darles un empujón a las inversiones en genética, crecer en volumen y otorgar mayor valor agregado al producto.Lo anterior sin descuidar aspectos macro, como implementar posibles resguardos al volátil dólar, principalmente para quienes miran la posibilidad de vender afuera."El negocio de la exportación es interesante, pero está limitado por un dólar que no ha logrado estabilizarse pese al esfuerzo del Banco Central", sostiene Nicanor Allende.Qué hacer para ser "filete"Mejoramiento de suelos. Un buen suelo significa buenos pastos y... éstos implican que un animal sube de peso en forma más eficiente. Sin embargo, uno de los problemas en Chile es las condición de los suelos, por ello, dicen los especialistas, es clave buscar fórmulas para el mejoramiento de las praderas. Aumentar los recursos del programa de recuperación de suelos degradados y capacitar en el uso de praderas, en el manejo del pastoreo y en la conservación del forraje, son parte de las sugerencias."Hay suelos con mucha acidez que lo único que requieren para mejorar su fertilidad es que se les aplique un poco de fósforo. O por ejemplo que en Aysén, donde hay deficiencia de azufre, se compense aplicando el producto. En el país hay gente que está produciendo 5 toneladas de materia seca cuando tiene potencial para 12. En Nueva Zelandia se compran los campos, se mejora el manejo y después se traen los animales. Así llegan incluso a las 16 mil toneladas de materia seca por hectárea. Son cambios chicos que harían grandes diferencias", explica Rodrigo Prado, asesor ganadero y médico veterinario.Poner ojo a las razas. En Chile predominan las razas de multipropósito, destinadas a la producción de leche y carne. Eso hace que el negocio pierda competitividad porque el tipo de animal no siempre es el más adecuado para los recursos forrajeros disponibles."Hay que tener ganado especializado en producción de carne, como lo hacen en Argentina y Uruguay. Las razas británicas, especializadas en carne podrían ser interesantes para Chile", puntualiza Prado.Aumentar la masa ganadera. Este es desde hace tiempo uno de los grandes "peros" para el desarrollo del sector. En el sur del país hay amplias posibilidades de aumentar la masa ganadera. Un estudio de la FAO indica que se podría llegar a tener 7 mil millones de cabezas, más del doble de lo que hay.Los especialistas son enfáticos en que para conseguirlo falta optimizar la fertilidad de las vacas, el destete de los terneros y la organización de las pariciones. "Tenemos índices reproductivos de fertilidad entre 65 y 70%. Eso significa que de 100 animales hay 30 menos que se producen. Debemos tener un volumen más o menos constante que permita tener nichos abiertos y proyectarnos", explica Fernando Chacón, gerente general de Faenacar.Una de las sugerencias es que los nacimientos deberían estar relacionados con el crecimiento de la pradera porque es distinto parir en invierno o en primavera. Si el ternero nace en agosto, es capaz de aprovechar todo el período favorable de praderas y ganar peso más rápido.Aprovechar la investigación internacional. Hay que tomar los avances y el progreso genético que se hace en otros países y así virar hacia animales más eficientes y adecuados a las condiciones nacionales. En EE.UU., por ejemplo, se han hecho importantes inversiones en genética para mejorar las características productivas, el crecimiento, la calidad de la carne y la facilidad de parto."Hay que aprovechar los progresos de países como Estados Unidos, que tiene 100 millones de cabezas gracias al trabajo en genética, a marcadores de ADN y al aprovechamiento del semen de toros. Chile podría importar semen y apostar por un centro genético", puntualiza Prado.Dar valor agregado. Según los expertos falta un empuje productivo pensado principalmente en las exportaciones. Chile no puede competir con grandes productores como Brasil y Argentina, pero sí puede resaltar atributos que den valor como vender carne procesada con aderezos, carne orgánica o natural. Además es clave captar lo que quiere el consumidor de los mercados de destino."Tenemos una oficina en Japón y un representante de esa nacionalidad que nos ayuda a proyectar con mayor claridad el modelo de negocio. La otra apuesta de las empresas tiene que ir por dar un sello destacado al producto", explica Pablo Álvarez, export manager de Coexca, empresa que exporta costillas de cerdo adobadas a Disney World en Japón.Apoyar a pequeños y unificar la producción. La mayor parte del ganado, alrededor del 61%, está en manos de pequeños y medianos productores. Eso implica realidades distintas, a veces complejas de conciliar para la industria. Además a muchos, aunque quieran hacer mejoras, la plata no les alcanzaLos expertos sugieren fomentar recursos a través de proyectos y concursos públicos y privados, que permitan mejorar temas como la fertilización de praderas o sistemas de riego más eficientes.Fortalecer la asociatividad. Buscar mecanismos para coordinar de mejor manera lo que se hace entre productores y faenadores, sería otra de las claves. Por ahora estaría faltando una comunicación más estrecha y mayor encadenamiento."El negocio es interesante, con rentabilidades normales y con precios que hacen al negocio atractivo. Pero necesitamos una señal potente de las faenadoras, que nos den claridad de lo que involucra su plan de negocio", explica Christian Arntz, presidente de Fedecarne.También las faenadoras apuestan por el trabajo conjunto."Falta un trabajo más asociativo como en Nueva Zelandia, donde se sale a vender en bloque. El encadenamiento permite competir mejor en volumen y precios. A eso tenemos que apuntar", explica Chacón.Otros consejos apuntan a mejorar la eficiencia, revisar las autorregulaciones, que a veces son más drásticas que las exigidas por los destinos, y apostar por la capacitación.

Desde 1997 a la fecha la masa ganadera cayó de 4 MM de cabezas a 3 MM.

Hoy un ternero de 230 kilos puede venderse a casi $300 mil, el mismo valor que se pagó por un novillo gordo de 500 kilos el 2009.

Buena racha, pero...Aunque se espera que los buenos precios se mantengan, hay que estar atentos a la coyuntura. Factores como problemas en el norte de África, la economía asiática, o el alza del petróleo, podrían impactar. "Si la economía se desacelera también lo haría el consumo de carne vacuna", dice Prado.

Buenos precios para otras carnes

Y el buen augurio se replica para otras carnes."Además del alza de precios para bovinos, a nivel internacional existe un fuerte déficit en ovinos y una creciente demanda por pollos y cerdos", explica Nicanor Allende.

Fuente. Revista del Campo - El Mercurio

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