El impacto en Chile, rubro por rubro
14 de marzo de 2011
Satisfacción existe por los buenos precios, aunque no en todos los rubros han subido de igual forma.
Hay optimismo en el agro chileno. Tras un par de años en que los resultados se escribieron con lápiz rojo, en la actual temporada las sonrisas se ven por todos lados. El alza de los alimentos tiene a productores e industrias procesadoras anotando resultados positivos y con ingresos insospechados sólo unos meses atrás.
Un par de datos. Mientras que un galón de jugo de fruta se transaba a US$ 6 hace un año, hoy va en los US$ 10. En el trigo, la trayectoria es similar, mientras que en la cosecha anterior el quintal se pagaba a $11.000, hoy supera los $14.500.
Eso sí, hay muchos matices a la hora de aquilatar el impacto en los diferentes rubros. Por estructura de costos y demanda hay realidades muy disímiles. Elementos que tienen que tomarse en cuenta al momento de planificar la temporada 2011-2012.
A continuación las principales variables para entender el impacto en el agro chileno del alza de los alimentos y la situación específica de los principales rubros.
1 DIFERENCIAS ENTRE RUBROS
Cuando llueve dinero, no todos en el agro se mojan igual. Los buenos resultados ocultan grandes diferencias.
Un caso muy positivo es el del raps. La mayor demanda de la recuperada industria salmonera y el alza de los precios internacionales de las oleaginosas, tiene a los productores con una sonrisa de oreja a oreja. Mientras que hace unos meses se preveía un pago de US$ 440 la tonelada, finalmente, en plena cosecha se llegó a los US$ 500. La gracia del raps es su bajo consumo de fertilizantes. Caso contrario al del maíz, en que esos productos representan el 28% de la inversión necesaria para trabajar una hectárea del cereal. Si bien los precios del maíz son buenos, la fuerte alza de los fertilizantes -producto del crecimiento del valor del petróleo, entre otros- termina por recortar una parte importante de los mayores ingresos.
2 COYUNTURA MUNDIAL, IMPACTO LOCAL
Uno de los temas que pone en jaque a los productores es el alza de los insumos y de los procesos asociados a la producción. La ecuación es simple. El precio de los alimentos no para de elevarse, pero la misma lógica se aplica para los costos.
La mayor demanda ha hecho que se encarezcan fertilizantes como la urea (hecho en base a petróleo y muy usada en cultivos como el maíz) que este año superó los $300.000 la tonelada, frente a los $252.000 que promedió la tonelada el año pasado. Otros temas críticos son el costo de la energía, principalmente la que depende de combustibles fósiles como el petróleo, y el valor pagado por la mano de obra en Chile que no para de subir año a año. Hoy a un operario altamente calificado se le puede estar pagando hasta $35.000 por jornada. Eso, sin hablar de problemas aún no resueltos en el mercado nacional como el tema del dólar.
"En Chile impacta el alza de los insumos de carácter energético, la escasez y el encarecimiento de la mano de obra, los vaivenes climáticos y el tema del dólar. Son elementos que disminuyen los posibles márgenes de beneficios ante el alza de precios de alimentos", explica Marcos Mora, director de economía agraria de la Universidad de Chile.
3 APROVECHANDO LA BUENA RACHA
Aunque el escenario es auspicioso, el impacto que dejarían los buenos precios en el mercado nacional dependería de los ajustes que se hagan en la industria.
Los expertos recomiendan mejorar la calidad de lo que se produce y la comunicación de lo que se está haciendo.
"Debemos producir una calidad alta, diferenciándola de la de los commodities. Productos como el trigo neozelandés cuestan hasta 20 por ciento más porque ellos han sabido diferenciarse. Y todo debe ser comunicado de forma permanente haciendo énfasis en los avances sectoriales", puntualiza Mora.
Otro de los consejos, aplicable a algunos productos, es el incremento de los volúmenes. Por ejemplo, en carnes rojas, según un estudio de la FAO, habría potencial para tener 7 millones de cabezas de bovinos, más del doble de las actuales.
En el caso de la fruta, los expertos consideran que sería interesante promover el recambio de algunas especies. "No se ha podido renovar de acuerdo a lo que el mercado requiere", dice Antonio Walker.
En cereales, los expertos dicen que no hay mucho espacio para aumentar en volumen, pero sí en calidad, en organización de la industria y en medidas que permitan resguardar el mercado interno de las importaciones distorsionadas de Argentina.
Una mayor inversión en investigación y desarrollo y avances en pro de la eficiencia son otros de los temas clave.
4 ¿VENDER O GUARDAR?
Por estos días, los productores de maíz y trigo cavilan en un tono similar a Hamlet: ¿vender o guardar? Actualmente, los precios son altos, más de los esperados, justo en el peak de la cosecha. Sin embargo, la decisión tradicional, por lo menos de quienes tienen la infraestructura de guarda, es esperar hasta el invierno para vender, pues en ese momento hay menor oferta.
"Los precios de los commodities llegaron a su máximo a fines del 2010, luego de eso han oscilado ligeramente. Mi impresión es que no van a subir más próximamente, por lo que recomendaría vender. Si se ven los futuros a septiembre, son más bajos que los actuales. El mercado espera que más agricultores siembren en la primavera del hemisferio norte debido a los buenos precios", afirma Juan Sutil, presidente de Empresas Sutil.
La mirada de los líderesTRIGO COSECHA BUENOS PRECIOS
Gastón Caminondo, presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco
"El precio del trigo ha subido en forma significativa, pero hay que tener ojo. En 2008 hubo un veranito de San Juan con precios que se empinaron hasta los $ 23 mil por quintal, pero después se desplomaron. Además, no podemos competir con lo que se regala afuera. En Chile no hay subsidios como en EE.UU., Europa o Argentina, donde se otorgan créditos para la reposición de maquinaria, se paga al productor por hectárea e incluso un valor por no sembrar para que, según la coyuntura, tengan la rentabilidad asegurada".
RECAMBIO DE HUERTOS
Antonio Walker, presidente de Fedefruta
"El alza ayudó frente a coyunturas como la baja del dólar, ante el aumento en los costos de producción y exportación y la escasez de la mano de obra. Ahora, la ecuación de rentabilidad va a depender de cuánto se eleven finalmente esos costos. Sobre los ajustes a la industria, necesitamos replantar entre 5 y 10 por ciento de los huertos anualmente, porque el mercado cambia muy rápido. Tenemos plantas de hace 30 años. Nuestra industria se ha ido envejeciendo más de la cuenta".
MAÍZ CON MÁRGENES NORMALES
Patricio Crespo, productor maicero de la zona de Chépica
"El maíz es necesario para la industria procesadora, para los criadores de cerdo, de pollo, productores de huevos y hasta para la alimentación de vacunos. Eso sin hablar del etanol, que se lleva el 20 por ciento de la producción mundial. Pero sembrar maíz no es grito y plata, porque mientras se crece en volumen se encarecen los insumos. Es un efecto dominó. Eso sin hablar de la competencia con Argentina. Lo más probable es que, en ese escenario de precios y costos más altos, la rentabilidad tenga márgenes normales".
MAYOR VOLUMEN GANADERO
Nicanor Allende, presidente de Faenacar
"Si los cereales están altos en el mundo, la carne está igualmente cara por el consumo animal y por el destino de granos a biocombustibles. Si a lo anterior agregamos el mayor costo del petróleo, una menor oferta mundial exportable y mayor demanda el alza de las carnes rojas persistirá. Para sacar partido a ello, Chile debe aumentar el volumen ganadero. Mientras que en enero de 2008 faenamos 87 mil cabezas, en enero de 2011 llegamos a 55 mil, 36,8% menos. Falta un esfuerzo productivo, mejoras en calidad e inversión en genética de razas carniceras".
CARNES BLANCAS CON MAYOR VALOR AGREGADO
Juan Miguel Ovalle, presidente de Apa-Asprocer
"No es posible sacar mayor provecho de esta situación coyuntural ya que la industria de cerdos y aves tiene una visión de largo plazo. Desde hace muchos años, las empresas vienen trabajando en temas de desarrollo productivo para aumentar su competitividad, como así también en el desarrollo de productos de mayor valor agregado, a los cuales el impacto de los mayores costos internacionales les afecta en menor grado".
MÁS DEMANDA POR SEMILLAS
Mario Schindler, gerente Anpros
"La industria chilena de las semillas se va a beneficiar de la actual coyuntura. Los mejores precios aumentan el interés de los agricultores del hemisferio norte por sembrar. A eso hay que agregar que los stocks mundiales de semillas están bajos, pues luego de la crisis financiera mundial bajó la superficie sembrada. La mayor demanda y escasez relativa generan un escenario favorable para nuestra producción, por lo que creo que la superficie semillera en el país va a subir en la próxima temporada y así se va a quebrar la tendencia a la baja de los dos últimos años".
RAPS SUENA FUERTE
Samuel Seco, socio molino Gorbea
"El cultivo del raps-canola vive un muy buen momento por dos factores positivos. Por un lado, la industria de los salmones, donde va más del 75% de la producción chilena, se está recuperando de su crisis sanitaria, por lo que su demanda por raps ha crecido. Sin embargo, no sólo es un tema de mayor volumen, los precios también subieron, pues están directamente ligados a los de los otros commodities. En el caso de nuestro molino, el alza es de 25% respecto de lo que teníamos presupuestado pagar antes de la cosecha".
MENOS POBREZA, MÁS ALIMENTOS PROCESADOS
Alberto Montanari, presidente Chilealimentos
"Una vez que la gente comenzó a sentir que la crisis financiera global quedó atrás, aumentó su capacidad de consumo de alimentos. Además de los cereales, también ha subido fuerte la demanda por procesados. En la última década mil millones de personas han dejado de ser pobres. Toda la vida se alimentaron con papas y arroz, ahora quieren alimentos que están un escalón más arriba, como jugos, deshidratados o congelados de frutas y hortalizas. Sin ir más lejos, el rubro de los jugos subió más de 50% en el último año".
MÁS INGRESOS, MÁS VINO
René Merino, presidente Vinos de Chile
"El alza de los alimentos no ha tenido un impacto en el mercado del vino. A diferencia de, por ejemplo, los cereales, no se transa como un commodity, por lo que no se beneficia directamente de la actual tendencia de precios. La posibilidad de subir los precios pasa por nuestra propia capacidad de marketing. Sin embargo, es indudable que el alza de ingresos de tantos millones de personas es muy positiva para el futuro de nuestro sector. Está comprobado que el mayor poder adquisitivo está asociado a mayor consumo de vino".
REMOLACHA EN ESPERA
Jorge Guzmán, presidente de la Federación Nacional de Productores de Remolacha
"Los remolacheros hemos visto esta alza desde afuera. Negociamos con Iansa el pago por nuestra materia prima para 2011 en junio de 2010, antes del alza internacional. De hecho, como el pago es en dólares por tonelada y el petróleo ha subido, sufrimos una merma en nuestros ingresos. Quien va a hacer un muy buen negocio es Iansa. Esperamos que en la próxima negociación con la empresa los precios sean acordes a la nueva trayectoria que tomó el mercado".
Fuente. Revista del Campo- el Mercurio