La estrategia para duplicar la producción de leche en Chile ya está en marcha
11 de octubre de 2010
Encontrar un momento libre en la agenda de Sebastián Ganderats Fuentes fue más que complejo durante la semana pasada.
El gerente del Consorcio Lechero estuvo de cabeza preparando el evento agrícola que marcó la semana y que promete cambiar la mirada sobre el sector lácteo: el lanzamiento de las Estrategias para la Competitividad de cara al 2020.
Se trata de un documento consensuado por los integrantes del consorcio -formado por más del 90 por ciento de la cadena láctea nacional- tras largos meses de trabajo. Allí los productores, la industria, entes investigadores y empresas de servicios, desarrollaron una agenda con varios pilares sobre los cuales esperan mejorar la competitividad de un sector que desde comienzos del siglo 21 está en crecimiento, pero con altos y bajos en el camino.
De profesión agrónomo, este ex alumno de la Universidad Católica de Chile tiene un magíster en economía agraria. Antes de llegar al Consorcio Lechero, a comienzos de este año, se desempeñó como investigador del Inia en Coyhaique; y en la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Y como ejecutivo a la cabeza de la parte operativa del consorcio, se dio a la tarea de explicar en detalles la estrategia que ya tiene el ministro de Agricultura en sus manos y que entre otras cosas apunta a duplicar la producción de leche en el periodo 2010-2020, de la mano de un incremento proporcional en las ventas al exterior.
-Según sus estimaciones al 2020 se debiera llegar a 4.000 millones de litros anuales de leche recibidos en plantas a nivel país. ¿Esto es un escenario muy optimista o más bien realista desde el punto de vista productivo?
-Es un escenario optimista en términos que es una meta desafiante. Eso no significa que no se pueda alcanzar, pero hay varias cosas que tenemos que lograr como sector. Creo que es una buena meta.
-De acuerdo a lo que ustedes han podido analizar, ¿de qué depende que se llegue a este nivel de producción de leche? Ello pues hay un tema productivo, pero por otro lado está la demanda de la industria…
-Efectivamente, hasta ahora el sector industrial ha sido capaz de absorber el crecimiento de los últimos años gracias a que tiene abiertas las puertas de la exportación. En ese sentido, la Asociación de Exportadoras de Productos Lácteos (Exporlac) y el SAG siguen trabajando para abrir nuevos mercados. El resultado de ese trabajo determinará la capacidad de ir absorbiendo esa producción. Es importante señalar que las metas productivas dicen relación con los desafíos que Exporlac le plantea a la cadena. Tienen que irse dando las diferentes piezas del puzzle para que la figura completa se arme. Desde ese punto de vista es que ellos señalan que necesitan esa cantidad de leche para tener un nivel de importancia en el mercado externo. Porque hoy somos bastante poco significativos. Entonces cuando quieren entrar, les pasa que los volúmenes no son tan atractivos como para responder. Y lo que nos interesa a nivel primario es producir leche a precios competitivos para llegar con posibilidades a esos mercados.
-¿Qué rol juega el Estado en el cumplimiento de los objetivos planteados?
-Todo lo que hemos conversado hasta ahora, ha tenido fuerte impulso de los productores y también de la industria. Pero para dar zancadas grandes y señales de largo plazo, esto debe ser apoyado por políticas públicas que corrijan algunos aspectos, como el tema financiero o el mejoramiento del forraje a través de los bonos de desarrollo. Eso se suma a la sincronización que debe tener Exporlac con el SAG para hacer más ágil la apertura de nuevos mercados. El sector privado solo, o el sector público solo, no lo van a lograr. Tienen que trabajar en forma conjunta. Para eso necesitamos políticas sectoriales.
-¿Qué relevancia tiene el mercado interno en la competitividad del sector lácteo? Es decir, ¿cuánto más se puede incrementar el consumo en Chile?
-Dentro de la estrategia se aborda el tema del mercado y la comercialización y dentro de ello el consumo interno. Y le da una alta relevancia. La meta que aparece allí es llegar a los 150 litros de leche per cápita a 2020. La razón es que se debe tener un mercado interno fuerte para tener buenos precios. Cuando tú eres un país exportador, rápidamente el precio internacional empieza a internalizarse en el mercado local. Y la manera de proteger los precios internos es con un mayor consumo.
-¿Cómo vislumbran en el corto plazo la competencia por el suelo y las tierras que pueda quitar espacio a las actividades más tradicionales como la lechería?
-Eso es más importante en la zona centro y menos relevante en la zona sur. Yo creo que allí prima la competencia. Creo que tenemos que hacer esta actividad lo suficientemente rentable como para justificar mantener los sistemas productivos. Es muy complicado y difícil revertir cuando áreas geográficas se salen del sector productivo lechero. Porque hay un tema de idiosincrasia y recursos humanos que es muy difícil de cambiar. Por eso, aspiramos a que la cadena tenga una buena rentabilidad.
- ¿Cuáles son las brechas que se deben mejorar en el sector primario?
-Lo primero es que hay una gran heterogeneidad en términos de competitividad; en resultados productivos y económicos por hectárea. Eso indica que hay una brecha tecnológica que es fundamental corregir. En muchos de los temas a mejorar ya existe la información. Por eso uno de los temas del seminario fue la transferencia tecnológica y la adopción de la misma, pues la dispersión entre los productores muy buenos y los no tan buenos o malos es muy grande. Los aspectos más importantes a corregir tienen que ver con la capacidad de aumentar la carga animal, para poder mantener los costos más importantes del predio de manera constante y poder aumentar el nivel de producción por hectárea. Y eso significa incorporar una mayor fertilidad de suelo, para tener más forraje y animales, junto con un uso más eficiente del pastoreo. Hay bastante que mejorar con los recursos forrajeros existentes. Además está la incorporación de cultivos suplementarios que nos permitan seguir basando en forraje la dieta de los animales, porque esa es una forma de mantener acotados los costos productivos.
-¿Es la transparencia del mercado un tema de primera necesidad para el sector?
-Este es un término relevante. De hecho está entre las políticas ministeriales. Pero tiene varias interpretaciones. Yo creo que hay algunas brechas que todavía se deben acortar y que tienen que con la información. Pero hay ámbitos que son propios de cada sector productivo y que son muy difíciles de compartir. Hoy ese trabajo está centrado en la mesa de transparencia, donde el sector discute el tema. Valoro que exista esta instancia, pues a pesar de las diferencias que aparecen en los medios, está el tiempo y la dedicación de las partes para ir acercando y mejorando las confianzas y la información. Además está el tema de la unidad agrícola de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) que va a estar observando estos temas en instancias más competentes.
-¿Cuál es a su juicio el gran objetivo o desafío de la cadena láctea de cara al 2020?
-La meta hacia la cual nuestro trabajo y gestiones apuntan, es mejorar la competitividad. Para eso es clave tener indicadores para medir. Si como sector somos capaces de tener los indicadores que nos permitan hacerle seguimiento y monitoreo a las políticas públicas y privadas, estoy seguro que nuestra gestión como cadena ira siendo más competitiva. No hay ningún sector que no esté luchando por ser más competitivos. Nosotros creemos que en este documento estratégico estamos señalando cuáles son los ámbitos que nos permitirían ser más competitivos. Luego, con el Estado definiremos las políticas que se requieren. Hoy existen muchas cosas que se están haciendo pero a las que no se les mide su impacto.
Los cuatro
1.- En el sector productivo primario se cuenta el mayor crecimiento y aprovechamiento de la pradera como estrategia base para ser un país competitivo en la producción de leche. En ese mismo sentido se cuenta el desafío del crecimiento del rebaño para poder ir aumentando la carga animal y siendo capaces de transformar una mayor cantidad de forraje en más leche. Y como tercer punto está el hacer uso de ese forraje de una manera más eficiente. “Si logramos ese triángulo en la producción primaria, seremos más competitivos de lo que somos hoy”, dice Ganderats.
2.-El segundo pilar tiene que ver con el sector industrial. “Ellos deben ser capaces de colocar el volumen mayor de leche en el mercado. Pero también existe un compromiso por tener algunos indicadores que nos permitan hacer un monitoreo de la eficiencia con que los procesos industriales se van realizando, de manera de ir chequeándolos con los estándares internacionales”, sostiene el ejecutivo.
3.- El tercer pilar se refiere a la sustentabilidad. Este tiene que ver con temas sanitarios. Dentro de esto está la posibilidad de tener una imagen país como sector, tanto dentro como fuera del país; y lo que dice relación con aumentar la cantidad de leche bajo certificación Pabco.
4.-El cuarto pilar se refiere al ámbito de soporte productivo, donde aparece el tema del financiamiento. “Allí esperamos trabajar para darle mejor acceso a financiamiento de mayor y menor costo. Además está la conectividad rural y la información como herramienta de toma decisiones”, agrega.
Fuente: El Campo Sureño.
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