"Para ser potencia alimentaria, una de las claves es el riego"
21 de junio de 2010
El representante de la entidad sostiene que es clave estandarizar los procesos y capacitar a los agricultores para que el uso del agua se vuelva más eficiente y sume competitividad a la producción nacional.
Chile depende del clima para tener agua. Y el calentamiento global está moviendo las fronteras hídricas. Así, donde antes se regaba sólo por la lluvia hoy se necesitan sistemas que permitan que el agua llegue en los volúmenes y tiempos adecuados. Dado que el agua, además, es cada vez más escasa, la tecnificación de su uso se ha transformado en una necesidad clave para hacer más eficiente el riego y el uso de los insumos que pueden incorporarse a través del agua.
Reunir las "piezas" del rompecabezas hídrico, es decir, a todos los protagonistas del riego tecnificado en Chile, desde fabricantes de insumos hasta académicos investigadores, fue lo que incentivó la creación de la Asociación Gremial de Riego y Drenaje -Agryd-, fundada en septiembre de 2008. Roberto Munita, presidente de la Agryd, realiza un diagnóstico del escenario actual y detecta fórmulas que permitirían ser más eficientes en materia de riego. Estandarizar los procesos, tecnologizar los campos y capacitar a los agricultores, son algunas de las claves.
-¿Cuál es la situación actual del sector?
-Esta es una industria relevante para el desarrollo del país. Mientras exista la intención de convertir a Chile en potencia alimentaria, una de las claves es el riego, ya que a través de su uso eficiente, se entregan todas las herramientas para que una producción pueda desarrollarse de forma satisfactoria.
Con los sistemas tradicionales de riego por surco o riego tendido, esa realidad era imposible. Hoy, el gran desarrollo tecnológico permite que el aporte ya no sólo sea del recurso hídrico. La vanguardia del riego tecnificado permite al agricultor el control paralelo del agua, de los fertilizantes, de la temperatura, de las condiciones climáticas y de la radiación, entre otras muchas variables, lo que trae innumerables beneficios a nivel productivo.
-¿Cómo ha mutado el riego tecnificado tradicional con la inclusión de nuevas tecnologías?
-Pensemos en una casa de dos pisos. El primer piso utiliza equipo de riego tecnificado, el cual reemplazó el riego tendido y es una solución eficiente.
Pero tenemos un segundo piso aún más desarrollado, donde se están utilizando tecnologías como la fertirrigación.
A través de esta tecnología no sólo se controla el agua, sino que también los nutrientes, la conductividad eléctrica, el ph y otros parámetros.
Es clave que los productores comiencen a visualizar la importancia de tecnologizar, porque así se logra sacar el máximo provecho productivo, lo cual es clave en el camino para ser potencia alimentaria.
-¿Cómo está Chile en comparación a la región y a otros países, en materia de riego?
-Estamos a la vanguardia en varios frentes, y lo puedo afirmar porque he visto otras realidades. Es cierto que hay países como Israel y España que llevan la delantera, por ejemplo, en la fabricación de productos, pero en términos de diseño, experiencia, ingeniería y soluciones, tenemos mucho que aportar.
Esto se puede graficar mejor con un ejemplo. Hace algún tiempo, un proveedor israelí necesitaba una opinión sobre un problema de ingeniería para su sucursal de México, y preguntaron si podrían venir a mi oficina. Así pudimos compartir con ellos nuestra experiencia y solución en el riego de laderas. También hemos estado satisfaciendo necesidades de países cercanos, como Argentina y Perú.
-¿Cuáles son los mayores desafíos para la industria nacional?
-El estándar de los productos. Hay interés interno, capacidad intelectual, profesionales, mercado exterior y puentes, pero no sacamos todo el provecho para hacer mejores productos de riego.
Para lograrlo, creemos que una de las claves sería normar los estándares.
La Comisión Nacional de Riego -CNR-, pidió al Instituto Nacional de Normalización -INN-, un estudio de normas técnicas en el que también estamos trabajando como expertos. La idea es que a través de éste se definan parámetros para los materiales, los cuales deberán ser fiscalizados por el INN.
Otro desafío sería regular el mercado de empresas instaladoras registrándolos en la CNR, tal como ocurre con los consultores. Esto garantizaría que estén realizando sus proyectos con materiales y metodologías óptimas.
Un cuarto desafío para la industria sería fomentar la capacitación en mantención y manejo de equipos. A veces los usuarios desconocen cómo sacar el máximo provecho a una máquina, entonces no la operan de la forma más eficiente.
-¿Qué propuestas tienen como gremio, para sortear los actuales retos?
-Además de la participación en las normas técnicas del INN para estandarizar la fabricación de productos, les ofrecimos la posibilidad de estudiar la formulación de normas para el diseño de sistemas de riego. Por otra parte, formamos dos comités. El primero es de Transferencia Tecnológica, con la idea de ofrecer a los agricultores jornadas de formación en el manejo de equipos y capacitación, porque son ellos quienes presionan el botón de un programador, y deben saber evaluar un filtro, una bomba, el voltaje, las presiones y los parámetros básicos, para sacar todo el potencial de una producción.
El otro comité es de Comunicaciones, y a través de éste editamos una revista y haremos un seminario en agosto.
Como gremio, queremos que todas las partes estén conectadas, informadas sobre qué está pasando, con las claves claras de cómo podemos mejorar y de cómo, en definitiva, contribuye el riego tecnificado a la producción nacional y a la aspiración de ser potencia alimentaria.
La industria tiene entre sus desafíos estandarizar productos y regular el mercado.
Cómo se estructura la industriaHay que distinguir al menos cinco grupos distintos: los fabricantes de productos como tuberías y PVC; los distribuidores; las empresas diseñadoras e instaladoras de equipos de riego; los consultores que asesoran en materias de ley, y el quinto grupo que son académicos estrechamente vinculados a través de la realización de proyectos de innovación.Terremoto causó poco daño en sistemas de riego tecnificadoLos equipos de riego en general sufrieron poco daño con el terremoto, porque son en un gran porcentaje hechos con materiales flexibles.
Donde sí hubo daños fue a nivel extrapredial, en embalses y canales.
Según la Agryd, es fundamental repararlos antes del verano, porque en muchos campos las reservas son la única alternativa desde donde extraer agua para riego. Los expertos coinciden en que hay que tranformar las reparaciones en una oportunidad para introducir mejoras y modernizar los sistemas, como por ejemplo, entubar o forrar los canales, que antes no tenían cobertura lo que implica mayor pérdida del recurso. Reajuste de la ley 18.450, de fomento al riego y drenajeUno de los desafíos de Agryd ha sido la participación en la renovación de la ley 18.450, de fomento al riego y drenaje.
A través de la normativa, los agricultores pueden postular a un concurso que financia la implementación de sistemas de riego. Según las características de cada proyecto, se otorgan puntajes. Ganan los proyectos mejor puntuados.
"Tuvimos acceso al proyecto inicial, que nos pareció nocivo en varios de sus planteamientos. Por ejemplo, beneficiaba un proyecto de 5 ha por diez millones de pesos (2 millones por ha), y no uno de 10 ha por 15 millones de pesos (1,5 millones por ha), es decir tomaba el costo final y no el costo por ha, siendo que en el segundo caso era más eficiente. A través de un trabajo conjunto de todas las partes, hicimos nuestras indicaciones a las comisiones de Agricultura y Obras Públicas, las que las debatieron. Al cabo, la aprobación final incluyó todas nuestras acotaciones", explica Munita.
Fuente: El Mercurio.