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Con nueva estrategia buscan aumentar la masa ganadera exportable

15 de agosto de 2016

Si hasta ahora se fiscaliza a los productores que no utilizan estimulantes del crecimiento en bovinos, a contar de noviembre se implementará un sistema inverso, que regula la venta, distribución y uso de estos productos. Con eso, la meta es ampliar la masa ganadera disponible para exportar a los mercados que exigen el no uso de estos productos, como Chinas Taiwán, Corea y Europa. En la última reunión de la mesa de la carne, a comienzos de julio, el aplauso fue cerrado. En esa comisión se reúnen los representantes de los productores, ferias, plantas faenadoras, comercializadores y organismos públicos que se relacionan con el sector cárnico, y la presentación de un nuevo sistema para controlar el uso de anabólicos en los animales por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) fue bien recibida por todos los que estaban presentes. Se trata de un giro en 180 grados a la forma en que se fiscaliza la utilización de estimulantes del crecimiento en los bovinos en Chile. Hasta ahora se exige una serie de requisitos a los productores que no usan hormonas -quienes están suscritos al sistema PABCO, orientados principalmente para exportar a Europa-. Ello ha significado un aumento de costos, que ha llevado a que muchos ganaderos opten por no certificarse como PABCO, con lo cual no pueden exportar a los países que piden garantías de que esa carne no contiene estimulantes de crecimiento. Ahora, a contar de noviembre el foco se invierte: los predios que no los usen serán declarados libres de anabólicos y, desde ahí en adelante, los que quieran utilizarlos son los que tendrán que registrarse en el SAG. Lo que se busca es aumentar la masa ganadera para exportar a los destinos que están demandando más carne a Chile, como China, que exigen enviar animales sin hormonas. "El 85% de lo que exporta Chile va a mercados que no exigen todos los elementos del PABCO, sino que solo la no presencia de anabólicos, además de que exista un servicio veterinario competente acreditado, programas de control oficial de enfermedades y un sistema de trazabilidad, lo que ya existe", asegura el jefe de la División de Protección Pecuaria del SAG, José Ignacio Gómez. El nuevo sistema también incluye un control sobre la producción, la importación, la venta y el uso de los anabólicos que no estaba normado en el país, y que exigirá que las empresas, veterinarios y productores lleven un registro formal sobre los movimientos y utilización de estos productos, de los cuales se estima que se importaron alrededor de 700 mil dosis al cierre del año pasado. Además, permitirá transparentar cuántos predios del país usan estimulantes de crecimiento en sus planteles -algo que no implica riesgos para la salud y para lo cual varios mercados de destino, como Estados Unidos y Canadá, no tienen restricciones-, ya que las únicas estadísticas disponibles dan cuenta de los centros productivos que se han certificado para demostrar que no los usan, alrededor de 700 en todo Chile, considerando también los del rubro lechero. Hace algunos años, precisamente la falta de datos transparentes llevó a que Chile tuviera que cerrar sus exportaciones a la Unión Europea, puesto que esta exigió que adecuara el sistema, ya que no entregaba información sobre cómo se cumplían las garantías que daba Chile, por lo que se arriesgaba a que la UE tomara medidas. Más ganado para exportar A mediados del año pasado se aprobó el acceso de la carne bovina chilena a China y, solo en seis meses, pasó a ser uno de los principales mercados de destino de este producto, con un potencial que en la industria ven lejos de tocar techo. A pesar del buen panorama, debido al fuerte aumento que muestra año a año el consumo de carnes rojas en ese país, los exportadores nacionales no han podido aprovechar todas las oportunidades, ya que no cuentan con el volumen suficiente de ganado que cumpla con las exigencias de los orientales; es decir, con demostrar que no se les aplican anabólicos. "Una de las grandes limitantes es que muchas veces, teniendo la posibilidad de cerrar contratos de varios contenedores al mes, nos limitamos a uno o dos mensuales porque no tenemos la disponibilidad suficiente de ganado", detalla Alejandro Anwandter, gerente general de Frigosorno, empresa que ya ha exportado cerca de mil toneladas de carne a China. Como una medida provisoria, este año el SAG habilitó un sistema de certificación mediante análisis de orina de los animales, lo que permitió incluir a 90 nuevos predios. "No se adhirieron todas las plantas, pero aún así creció la cantidad de predios exportadores... Este nuevo sistema va a ser cien veces más efectivo", asegura José Ignacio Gómez. Aún así Alejandro Anwandter comenta que por estos días la empresa tiene reducidos al mínimo los envíos a China por la falta de cabezas, ya que las que existen están a precios muy altos. "Esa realidad podría ser distinta si tuviéramos una disponibilidad de ganado que nos permitiera afrontar una demanda continua. Creo que este nuevo sistema es una solución que se va a ir concretando con el tiempo", plantea. Impulso a la masa ganadera Aunque China es uno de los mercados más atractivos para las carnes y podría haber impulsado el cambio en el sistema de control del SAG, distintos actores del rubro aseguran que no fue el factor determinante. El presidente de Fedecarne, Carlos González, asegura que desde 2012, venían solicitando que se implementara un sistema de este tipo. Si bien lo ve como un estímulo para aumentar la masa ganadera, cree que el impacto en el corto plazo será mínimo pues los ganaderos, las faenadoras, las exportadoras y el SAG, ya daban garantías de sanidad e inocuidad. Para el gerente general de la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras de Carne (Faenacar), Rafael Lecaros, el impacto que tendrá el que los predios que no se registren pasen a ser declarados automáticamente como libres de anabólicos, será paulatino y que en un plazo de dos a tres años se podría duplicar la oferta ganadera disponible para exportar. "Debería también potenciar la crianza y engorda de razas carniceras, como angus y hereford, que logran una madurez fisiológica a una menor edad y pueden prescindir de anabólicos en mejor forma", proyecta. Otros actores del sector coinciden en que el impacto no se notará en forma inmediata, ya que el ciclo productivo está pasando por un período bajo de las existencias. "No tenemos predicciones absolutas de cuánto van a aumentar las exportaciones. Hoy hay menos animales, menos carne y, por lo tanto, va a haber menos envíos, pero consideramos que cuando vuelva a estar en régimen la producción y las plantas sigan trabajando como lo han hecho hasta ahora con China, si hoy mandan alrededor de tres contenedores semanales, podrán salir fácilmente entre 20 y 30 contenedores cuando esté la masa ganadera suficiente", proyecta José Ignacio Gómez. De acuerdo con eso, lo esperable sería que el efecto de la nueva normativa comience a reflejarse en las exportaciones dentro de los próximos dos a tres años, y también el aumento del volumen del ganado disponible, donde también influirían las oportunidades que abren los envíos de animales en pie a distintos mercados. : La entrada de Brasil a China El año pasado, las autoridades sanitarias chinas también autorizaron el ingreso de carne bovina brasileña, lo que tuvo un impacto inmediato en los precios, pero que no es visto como una amenaza para las oportunidades que ofrece ese mercado de destino. "Con la entrada de Brasil, los precios en China cayeron en torno al 20% y si a eso se le suma que teníamos un dólar por sobre los $700 y hoy está en torno a los $650, podemos decir que los precios actuales en China son 30% más bajos que cuando se iniciaron las exportaciones desde Chile", afirma Alejandro Anwandter. Sin embargo, advierte que ese país no puede enviar cortes con hueso, ya que no es libre de fiebre aftosa, y en ese segmento Chile mantiene precios más atractivos. "En la medida que China siga conociendo cómo comer carne y se incremente el consumo, y aún con Brasil presente, sigue siendo un mercado con un futuro tremendo", proyecta. Un estímulo para los pequeños productores y crianceros Pese a no utilizar estimulantes del crecimiento, los requisitos que establece el Programa de Planteles Animales Bajo Certificación Oficial (PABCO) pueden resultar caros o engorrosos para algunos productores, sobre todo para los medianos y pequeños, por eso no lo suscriben. Pero el cambio que vendrá con el nuevo control del SAG les permitirá acceder al mercado exportador. Lo mismo ocurrirá con los crianceros, que tendrán más opciones de vender sus animales a los predios engorderos para exportación. "Es un sistema que no solo amplía las posibilidades de exportación para los productores que ya están orientados a eso, sino que también la abre a un eslabón anterior de la cadena, a los crianceros, porque ahora van a ser inimputables", asegura José Ignacio Gómez. El no usar anabólicos beneficiaría al pequeño productor. "La agricultura familiar campesina, con animales de una condición no tan lechera, sino más bien cárnica, debería verse favorecida por una mayor demanda por terneros, que es el principal producto que ellos tienen", dice Alejandro Anwandter. Cerca de mil toneladas de carne ha exportado Frigosorno a China. Fuente: Revista del Campo-El Mercurio
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