Agricultores del país se reúnen en Chillán y expresan su oposición a proyecto de Reforma Laboral
7 de septiembre de 2015
La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Agro Llanquihue, SAGO, Fedeleche, Sociedad Agrícola del Norte, Apeco, Fenare, Socabío, Asociación de Agricultores de San Vicente de Tagua Tagua y de Melipilla, Agrip, Asociación de Agricultores del Cachapoal advirtieron que la iniciativa no contempla las particularidades laborales del sector.
Reunidos en Chillán, gremios del sector agrícola y ganadero de todo el país, expresaron su rechazo frente a aspectos clave del proyecto de reforma laboral, que se discute en el Senado. Liderados por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Agro Llanquihue, SAGO, Fedeleche, Sociedad Agrícola del Norte, Apeco, Fenare, Socabío, Asociación de Agricultores de San Vicente de Tagua Tagua y de Melipilla, Agrip, Asociación de Agricultores del Cachapoal, entre otros, señalaron que la iniciativa no considera la realidad del sector y que las soluciones que entrega son perjudiciales tanto para Chile como para el agro.
“Este proyecto no genera más desarrollo ni empleo, que es lo que requiere el país. No recoge las particularidades de nuestro sector, que está absolutamente determinado por la naturaleza y donde el trabajo con seres vivos no hace viable una huelga sin reemplazo, por ejemplo. Además, el proyecto no contribuirá a disminuir los conflictos, sino a aumentarlos al potenciar la huelga en vez de fortalecer los mecanismos de diálogo y la búsqueda de consensos. Estamos preocupados. No vamos por el camino correcto y es nuestro deber advertirlo”, enfatizaron los gremios.
Durante el encuentro los gremios advirtieron que el proyecto está enfocado en los sindicatos, por sobre los trabajadores y atenta gravemente contra la libertad de las personas, dado que busca forzar a los trabajadores a sindicalizarse y pretende imponer la voluntad colectiva por sobre la voluntad individual de los trabajadores, vulnerando así la Constitución. Además entrega una serie de atribuciones a los dirigentes de estas organizaciones, sin sancionar las malas prácticas.
“El proyecto discrimina entre trabajadores sindicalizados y aquellos que no lo están, negándoles a estos últimos que puedan negociar y que se les extiendan beneficios, empujándolos así a la sindicalización”, precisaron los agricultores.
Agregaron que la iniciativa no considera la realidad del mundo agrícola y por lo tanto, los cambios que allí establece pueden ser extremadamente dañinos para el agro. Por ejemplo, porque la iniciativa insiste en mantener a los trabajadores agrícolas sujetos a las mismas normas de negociación colectiva que el resto de los sectores, lo que no es posible para ellos, ni se hace cargo de la realidad ni de las modalidades actuales de trabajo, que facilitan el trabajo femenino y de jóvenes, los cuales diariamente negocian horarios y sistemas de incentivos, entre otros
“En el caso de nuestro sector, es inviable, porque cada temporada tiene una negociación distinta, en cada cosecha hay tratos diferentes entre trabajadores y empresa e incluso se dan negociaciones diarias, entonces no es posible dejar atada una negociación reglada ni menos hacerla extensiva a los trabajadores de temporada, donde muchos negocian al inicio de cada faena. Hemos pedido ser excluidos de la negociación colectiva, porque no se aplica a nuestra realidad”, señalaron las agrupaciones gremiales.
Respecto del fin del reemplazo en huelga y el establecimiento de servicios mínimos y equipos de emergencia, los gremios precisaron que el proyecto no considera que la agricultura y la ganadería dependen de las leyes de la naturaleza y por lo tanto, los efectos de una huelga sin reemplazo pueden ser irreparables. Este rubro trabaja con seres vivos, no es posible establecer servicios mínimos, más bien, todos pueden ser catalogados como funciones básicas e imprescindibles.
“Cuando hay seres vivos ¿Cómo se definen los servicios mínimos? Si no riego las plantas, se mueren; si llueve y no fumigo, también se perjudica la plantación; si no alimento a los terneros ni ordeño las vacas oportunamente, ellos morirán; si no atiendo a los rebaños de ganado, puedo provocar un daño sanitario y ambiental grave; si no cosecho a tiempo, se perderá el trabajo de todo un año. Cada tarea no realizada oportunamente, genera perjuicios que pueden impactar gravemente a agricultores y trabajadores, lo cual sería un enorme desequilibrio, que atenta gravemente contra el espíritu del proyecto”, manifestaron desde el sector agrícola.
Otro aspecto que preocupa es la obligación de negociar con sindicatos interempresas, ya que se desconoce que las realidades entre los predios pueden ser completamente distintas. No se pueden hacer las mismas exigencias al dueño de una compañía que exporta grandes volúmenes que al dueño de un pequeño campo, advirtiendo que eso incluso podría llevar a la quiebra de las más pequeñas, concentrando la propiedad, en desmedro de los medianos y pequeños, en un sector donde el 99% son Pymes.
Los representantes del mundo agropecuario recordaron que han expuesto estas aprehensiones hacia el proyecto de ley ante distintos representantes del gobierno y del Parlamento y que continuarán transmitiendo su inquietud respecto de la iniciativa, alertando sobre su negativo impacto en el sector. Aspiramos que se concrete el esfuerzo que en las últimas semanas el gobierno ha realizado en esa dirección, de tal manera que se recoja el espíritu de nuestros planteamientos. Asimismo, insistieron en la importancia de avanzar en el Estatuto del Trabajador Agrícola, en el marco de una mesa de trabajo, tal como lo ha comprometido la Presidenta Bachelet y lo reafirmó la ministra del ramo, Ximena Rincón, y donde esperan que sí se considere las particularidades del sector y todo lo avanzado en más de siete años de arduo trabajo en la Mesa Nacional Agrícola, integrada, entre otros, por estos mismos gremios.
Fuente: Estrategia
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