Investigadores patentan proyecto que incorpora Omega 3 del pescado a las dietas animales
24 de septiembre de 2013
Se incorporó el aceite de pescado desodorizado y estabilizado en distintas dosis y tiempos en la dieta de estos animales, obteniendo carnes enriquecidas en los ácidos grasos Omega 3 deficitario.
Por primera vez el Campus Chillán de la Universidad de Concepción, y específicamente la facultad de Agronomía, logra patentar un importante proyecto de investigación relacionado con la elaboración de aceite de pescado desodorizado.
La patente, que representa un activo importante para la UdeC, fue concedida por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INAPI) y tendrá una validez de 20 años. “Esta es la primera patente que logra la facultad de Agronomía y el Campus Chillán, en una universidad que se caracteriza por tener la mayor cantidad de patentes de invención”, explicó el director del proyecto Fernando Bórquez.
Según lo manifestado por Bórquez, una primera etapa del proyecto fue eliminar el olor a pescado mediante un proceso industrial.
“Le eliminamos todos los ácidos grasos que generan mal olor y luego se incorporaron antioxidantes, que le dan la estabilidad para evitar enranciamientos y malos olores. Chile es uno de los países que tiene deficiencias en la ingestión de ácidos grasos polinsaturados Omega 3 esenciales. Uno de ellos (ácido Linolénico) se consume en forma habitual a partir de alimentos o aceites vegetales, pero otros dos (EPA y DHA) sólo lo aportan los pescados, que en Chile tienen un bajo consumo, de solo 5 kg por habitante año. El EPA y DHA tienen importantes funciones en el organismo humano, como ser el componente del 50% de las lipoproteínas del tejido nervioso, así como en el órgano de la visión, en la formación de anticuerpos, en la remoción de colesterol del sistema sanguíneo, entre otros, y por lo tanto en la incidencia de problemas cardiovasculares, como los infartos, que es una importante causal de muerte en la población chilena”, manifestó Bórquez.
En este sentido agregó que “se estimó que una forma de mejorar el consumo de estos ácidos grasos Omega 3 sólo presente en los pescados, era incorporar el EPA y DHA del aceite de pescado a la carne de cerdo y pollo, donde Chile presenta un consumo superior a los 50 kg habitante-año. Con este objeto, en una segunda etapa del proyecto, se incorporó el aceite de pescado desodorizado y estabilizado en distintas dosis y tiempos en la dieta de estos animales, obteniendo carnes enriquecidas en los ácidos grasos Omega 3 deficitarios, sin afectar las características organolépticas de la carne”.
Cabe destacar que en este proyecto de elaboración de aceite de pescado sin olor, se trabajó en asociación con la Pesquera San José y Pollos Ariztía, además de una aceitera de Talca, un criadero de cerdos de la Región Metropolitana y el INTA de la Universidad de Chile.
“Esta última institución tiene un panel de especialistas en la evaluación de las características organolépticas de alimentos, quienes evaluaron científicamente las carnes de cerdo y pollo alimentados con este aceite de pescado, haciendo análisis de factores como color, textura, sabor, gusto, aromas, jugosidad, etc., y determinando si habían cambios en las características de la carne, concluyendo que estas se mantenían, sin indicios de aroma o sabor a pescado, por lo cual se lograba entonces, carnes de pollo y cerdo enriquecidas con los ácidos Omega 3 EPA y DHA, sin afectar sus características”, indicó el académico.
Patente
Este logro obtenido a través de la investigación y concreción de un innovador producto fue destacado por Fernando Bórquez, quien indicó que “para el equipo de trabajo es algo muy significativo y el desafío ahora es que el aceite se comercialice con empresas privadas, donde existen las opciones de recibir un royalty. Sin embargo, lo más importante, es disponer de un alimento que aporte los ácidos grasos polinsaturados Omega 3 verdaderamente relevantes para mejorar la salud de muchos chilenos, lo que constituye un aporte y una alegría invaluable para todo el equipo de trabajo, entre ellos Marcelo Doussoulin, director alterno del Proyecto, de nuestra Facultad; Alfonso Valenzuela, del INTA, Universidad de Chile; Dagoberto Gallardo, de la U. de Concepción, y Eduardo Cisternas de Acitec”.
Fuente: Mundo Agropecuario