El atípico caso de vaca loca que complica a Brasil
7 de enero de 2013
Con un rebaño de casi 200 millones de cabezas, Brasil es el mayor exportador de carne bovina del planeta. En 2012, este rubro generó ventas al exterior por 4.495 millones de dólares.
Por ello, la preocupación cundió en el ambiente cuando a mediados de diciembre, el gobierno brasileño que los resultados de las pruebas realizadas a una vaca que murió en el sur del país en 2010 revelaban que se trató de un caso “no clásico” de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), enfermedad conocida como el “mal de las vacas locas”.
La Secretaría de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura precisó que los resultados, que fueron realizados en un laboratorio británico, confirmaron que la vaca, procedente del estado meridional de Paraná, poseía el agente que desencadena la EEB. Sin embargo aclaró que no manifestó la enfermedad ni murió por esa causa.
Tras ello, los resultados fueron comunicados a la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) y este órgano decidió mantener a Brasil como país de “riesgo insignificante” para el mal de las vacas locas, según un comunicado emanado de la entidad. Con ello, sigue en el mismo estatus que Argentina, Uruguay o Chile en la región.
De acuerdo con el informe de la entidad internacional, en los últimos años no se ha detectado ningún caso semejante y Brasil ha procedido en cumplimiento con los protocolos internacionales.
Por su parte, con estos datos en mano, la secretaría agropecuaria brasileña añadió que el caso “no refleja riesgo alguno para la salud pública o la sanidad animal”.
Pese a eso, algunos compradores de carne del gigante latinoamericano tomaron acciones: Japón, China, Sudáfrica, Corea del Sur, Egipto y Arabia Saudita han decidido aplicar restricciones a la carne brasileña, mientras Jordania lo hizo pero sólo para las exportaciones del estado de Paraná donde se detectó el caso atípico.
Otro país que tomó medidas fue Chile. El Servicio Agrícola y Ganadero anunció a través de un comunicado que suspendió la internación de harinas de carne y hueso de origen bovino, y los productos elaborados con harinas de carne y hueso de origen bovino para consumo animal de manera precautoria.
Y aclaró que la medida no incluye la importación de carne debido a que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), ha establecido que la carne fresca deshuesada no constituye riesgo en la transmisión de la enfermedad hacia los animales y las personas.
Pese a ello, el SAG aclaró que Chile seguiría “a la espera de todos los antecedentes científicos que emanan de la OIE, instancia perteneciente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y cuyo rol es regular desde el punto de vista sanitario la relación entre los países participantes en la misma”.
a la omc
Ante este escenario, el gobierno brasileño estudia reclamar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) las restricciones a sus exportaciones de carne bovina impuestas por seis países tras la detección del citado caso atípico de la EEB.
“El gobierno evalúa qué medidas adoptar” ante la decisión de algunos países de restringir la importación de carne brasileña, y no descarta “en última instancia, abrir un contencioso en la OMC”, dijo la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres.
Fuente: Revista del Campo Sureño
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