Corea le sacó una fotografía a la industria cárnica chilena
17 de septiembre de 2012
A la hora de elegir el tipo de carne a consumir, los chilenos optan por cortes como el filete o el lomo liso. Eso, cuando el precio no es un impedimento.
Pero en otras latitudes, las preferencias apuntan a otros cortes. En Corea del Sur, por ejemplo, el consumo básico es la carne con hueso.
Tradicionalmente los coreanos no consumían más de 3 kilos de carne per cápita al año. Sin embargo, la creciente occidentalización de la dieta y el aumento de los ingresos ha generado un incremento que ha llevado a 8 kilos el consumo individual y ha ubicado al país asiático de 50 millones de habitantes como uno de los diez principales importadores de carne bovina.
Por ello, la mirada chilena se posó en esta nación. Hace algunas semanas el ministro de Agricultura chileno, Luis Mayol comentaba que en un breve lapso el protocolo sanitario que está pendiente debería ser aprobado para poder exportar.
En ese marco, una delegación del servicio sanitario de Corea del Sur visitó los diferentes mataderos y plantas ubicadas entre las regiones del Bío Bío y Los Lagos, además de Magallanes y la Metropolitana. El objetivo era verificar que los estándares de calidad de los mataderos locales estén a la altura de las exigencia que coloca ese país asiático para el ingreso de carne bovina.
En La Araucanía, conocieron los frigoríficos Temuco y Karmac; en la Región de Los Lagos visitaron las plantas de faenamiento de carne bovina en Osorno, Mafrisur, Frigosor y Frima.
Allí, al igual que en las restantes instalaciones del sur de Chile, evaluaron las plantas de faenamiento, los sistemas de aseguramiento de la calidad, las prácticas de manufactura, sistemas de regulación y autocontrol, así como también el cumplimiento de las normas sanitarias chilenas.
Tras esto, los inspectores coreanos emitirán un informe final con los resultados de sus análisis, lo que culminaría con la autorización de las industrias que cumplan con lo exigido en Corea.
El gerente general de Frigosorno, Harry Jürgensen, dice estar confiado de que los procesos locales están acordes a las exigencia de este nuevo mercado. “Ya tenemos los estándares de la Unión Europea y Estados Unidos, que son muy rigurosos, así que nos irá bien”, sostiene.
Sobre el mercado coreano explica que asoma como una buena alternativa ante la baja de las exportaciones de carne al Viejo Continente. “Ahora exportamos dos contenedores y lo normal supera 10 veces esa cantidad. La crisis europea complicó los envíos”, indica.
con hueso
Para el timonel de la Federación Nacional de Productores de Carne (Fedecarne), Christian Arntz, el mercado coreano es una gran oportunidad para vender ciertos productos que en el país se comercializan a bajo precio.
“La carne con hueso allá es bien apetecida y bien pagada, así que es un buen nicho”, señala Arntz, quien puntualiza que en primera instancia el momento sólo se podrán enviar productos con un tope de 400 toneladas, pero hay posibilidades de expandir la cuota.
En efecto, la demanda por cortes con huesos es uno de los motivos que hacen del mercado surcoreano un mercado interesante, dado que todos estos cortes representan al menos un tercio de un novillo, en comparación al 9,37% del animal que representarían los cortes de la llamada cuota Hilton (lomo liso, lomo vetado, filete, asiento) que se prefieren en los países de la Unión Europea, por ejemplo.
En tanto Alfredo Fröhlich, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Los Lagos, adelantó que las plantas faenadoras obtuvieron buenos resultados, según lo que preliminarmente dijeron expertos de la delegación del país asiático.
Así, según el personero, sólo se habrían hecho observaciones mínimas, las que serían fáciles de subsanar, lo que se corroboraría con el envío de fotografías.
Paralelamente, las empresas coreanas Hyosung Marketing Corp. (importadora), y la empresa distribuidora Global Meats, visitaron de La Araucanía gracias a la gestión realizada por ProChile para analizar la posibilidad de importar carne bovina desde la región.
Los envíos de carne bovina chilena a ese país se vienen negociando desde 2004, cuando entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Corea del Sur.
Sin embargo, el protocolo sanitario necesario para la aprobación de las exportaciones nunca se aprobó, lo que pronto podría cambiar.
Fuente: Revista del Campo Sureño