Uruguay: Con impuesto a las exportaciones pecuarias crearán fondo sanitario para paliar daños
3 de julio de 2012
El gravamen, de 0,21%, se aplicará a los envíos de carnes, lácteos y derivados, lanas, pieles y ganado.
Las exportaciones de ganado en pie, todas las carnes, lácteos y derivados, lanas y cueros de todas las especies, comenzarían a ser gravadas según promueve la Rendición de Cuentas, para crear un fondo sanitario.
La iniciativa es promovida en la Rendición de Cuentas, en el artículo 284 que se sustituye el inciso segundo del artículo 14 de la Ley de Fiebre Aftosa -la 16.082 de octubre de 1989-, contemplándose la creación del fondo sanitario. A través de la recaudación de 0,21% sobre las exportaciones de todas las carnes -ahora se incluye a la suína, aviar y equina-, productos lácteos y derivados, lanas en sus diferentes estados y subproductos, pieles en bruto o curtidas (menos las de peletería), así como la exportación de ovinos, vacunos, equinos, caprinos, cerdos y aves, se nutrirá el nuevo fondo sanitario.
La Ley de Fiebre Aftosa había creado el Fondo de Indemnización contra esta enfermedad, que se nutría a través del mismo gravamen sobre las exportaciones de carne, subproductos del sector y derivados de las especies ovinas y bovinas. También se incluían los productos lácteos y derivados, además de lanas.
El fondo de aftosa llegó a recaudar hasta 1996 una cifra cercana a los US$ 12 millones. En ese año, Uruguay fue declarado país libre de aftosa sin vacunación y se cortó la aplicación de la tasa. Las epidemias de fiebre aftosa de 2000 (sólo afectó al departamento de Artigas) y la de 2001 (atacó a todo el país) obligaron a usar prácticamente todo el dinero. El aporte era hecho por el sector productor y el monto era manejado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Parte del dinero que quedaba se usó también para indemnizar a los productores con ganado afectado por tuberculosis y para agilizar las faenas de los animales positivos.
El 18 de abril de 2011, el Ejecutivo impuso nuevamente el impuesto de 0,21% para comenzar a fortalecer el monto del fondo de aftosa, sin embargo el gravamen puede ir hasta el 1%. "Antes el fondo estaba destinado a ser usado sólo ante la aparición de aftosa. Ahora abarca otras enfermedades zoonóticas (afectan al hombre) y emergentes", explicó a El País el director de la División Sanidad Animal del MGAP, Federico Fernández. En caso de aprobarse, el tributo se mantendría por un lapso de un año, dependiendo de la recaudación que se logre.
Fuentes de la industria chacinera, aviar y del sector del cuero consultadas por El País tomaron con sorpresa la iniciativa y no se mostraron muy partidarias. Sin embargo sí fue bienvenida por las gremiales de productores.
Los empresarios de la industria chacinera consultados recordaron que productores de cerdos van quedando pocos en el país, cada vez son menos y agregaron que para lo poco que se exporta, significa mucho dinero. Todo lo que sea un impuesto afecta a la industria se termina transformando en un costo más. Por su parte, fuentes del cuero aseguraron a que no tendría sentido agregarle otro costo a una industria que está sufriendo. En este rubro, el gobierno impulsa un régimen especial de prefinanciación de exportaciones y devolución de impuestos para apoyarlo.
Fuente: El País Digital
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