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Crianza de terneras hasta el destete

6 de enero de 2011

IMPORTANCIA DEL CALOSTRO EN LA NUTRICIÓN
Uno de los factores importantes dentro del cuidado de las terneras, desde el nacimiento hasta el destete, es la nutrición. Por ello, es de suma importancia tener en cuenta con qué se va a alimentar al animal.

Un elemento con el que se puede contar para el suministro a las recién nacidas es el calostro, secreción densa, cremosa y amarilla que es colectada de la ubre de las vacas después del parto. Esta sustancia es de alto valor nutritivo y provee de anticuerpos a las terneras para protegerlas de infecciones que pueden propiciar la muerte.

El calostro se define como la secreción del primer ordeño después del parto. Con él puede nutrirse a las terneras recién nacidas, debido a que las mismas necesitan de anticuerpos que las defiendan de la diarrea o afecciones que causen la muerte. Muchos estudios han demostrado que, sin las cantidades adecuadas de anticuerpos en la sangre, la mortalidad de las terneras se incrementa dramáticamente dentro de los primeros días y semanas de vida. Los anticuerpos o inmunoglobulinas son proteínas que se encuentran normalmente en el torrente sanguíneo. Estas proteínas son componentes vitales del sistema inmune. Ayudan a identificar y destruir bacterias, así como otras partículas extrañas que han invadido el cuerpo. Son anticuerpos que generalmente no se encuentran presentes en el torrente sanguíneo de las terneras recién nacidas. Sin embargo, cuando la ternera es alimentada con calostro de buena calidad, los anticuerpos son absorbidos a través del intestino.

EVALUACIÓN DEL CALOSTRO

Para evaluar la calidad del calostro, tanto la cantidad como los tipos de anticuerpos deben ser considerados. Una observación visual es un buen indicativo de la calidad del calostro. Un calostro denso y cremoso es rico en anticuerpos. En contraste, un calostro delgado y aguado es muy probable que contenga una menor concentración de anticuerpos.

Se debe tener en cuenta que la concentración de anticuerpos está influenciada por varios factores como la duración inadecuada del periodo seco (menos de 4 semanas); además, un parto prematuro, ordeño antes del parto y goteo de calostro antes del parto reducen la concentración de anticuerpos en el calostro. Igualmente, influye la edad de la vaca: en promedio, la concentración de anticuerpos es mayor en vacas adultas (mayor a 8%) que en novillas de primer parto (5% a 6%). Adicionalmente, las vacas más viejas producen calostros con poblaciones más diversas de anticuerpos que las vacas jóvenes ya que han tenido más tiempo para crear inmunidad ante las enfermedades existentes en el hato.
Otro aspecto es la raza del ganado lechero. Las vacas Holstein, por ejemplo, tienen una menor concentración (6%) en su calostro comparándolas con otras razas lecheras como Guernsey, Jersey, Ayrshire y Pardo Suizo, (8% a 9%).

BUENA CALIDAD DE CALOSTRO

El calostro de buena calidad es rico en anticuerpos que proveen inmunidad para una gran variedad de enfermedades específicas a un ambiente. El rango de organismos infecciosos y vacunas a los que la vaca ha sido expuesta determina el rango de anticuerpos que se encuentran en el calostro. Vacas maduras que han nacido y han sido criadas en una granja tienen un calostro ideal para proteger a las terneras que nacen en la misma granja. En contraste, el valor inmunológico del calostro de una vaca que es comprada poco tiempo antes de parir es limitado. Por el contrario, una ternera que es comprada y transportada dentro de las 6 a 8 semanas de nacida tiene un gran riesgo de no resistir a enfermedades infecciosas debido a que no ha recibido los anticuerpos específicos para el nuevo medio ambiente.

TIEMPO EN QUE SE ADMINISTRA

El calostro tiene un efecto laxativo y estimula la función normal del tracto digestivo. La cantidad de calostro proporcionado y el tiempo de alimentación en relación al nacimiento influencian considerablemente la supervivencia de las terneras. Inmediatamente después del nacimiento, la absorción de anticuerpos promedia 20%, pero esta puede variar de 6% a 45%. Existe una rápida reducción de la eficiencia en la absorción de anticuerpos dentro de las primeras horas después del nacimiento. La digestión de anticuerpos se incrementa y las células intestinales se vuelven impermeables a los anticuerpos.

Alrededor de las 24 horas después del nacimiento, las terneras pierden su habilidad para absorber anticuerpos intactos (el tracto se cierra). Las terneras que no reciben calostro dentro de las primeras 12 horas después del nacimiento, raramente absorben suficientes anticuerpos para proveer una inmunidad adecuada. Cincuenta por ciento de las terneras cuya primera alimentación es retrasada hasta las 24 horas después del nacimiento no pueden absorber anticuerpos, por lo que no están protegidas y muchas de ellas mueren. La concentración de inmunoglobulina G (IgG) requerida en la sangre para proteger a la ternera de enfermedades infecciosas, es 10 mg/ml en el suero. Las terneras de raza grande absorben suficiente IgG cuando son alimentadas con dos litros de calostro inmediatamente después del nacimiento y dos litros en una segunda vez, 12 horas después del nacimiento. Cuando se suministran menos de dos litros de calostro o cuando la primera alimentación se retrasa, la cantidad de IgG en la sangre es insuficiente para prevenir enfermedades.

CALOSTRO Y TRANSFERENCIA DE ENFERMEDADES

En muy raros casos, el calostro es un vehículo para la transferencia de enfermedades entre la vaca y su ternera. Por ejemplo, el virus de la leucosis bovina se encuentra en el calostro de vacas infectadas, por lo que la ternera de una vaca que es positiva para leucosis debe de ser removida del área de parto inmediatamente después del nacimiento y ser alimentada con calostro de una vaca libre de la enfermedad. De ahí la ventaja de conservar una reserva de calostro congelado. Esto también es cierto para las vacas que presentan la enfermedad de Johnes (paratuberculosis).

MÉTODOS DE ALIMENTACIÓN

La cantidad de calostro ingerido por una ternera se controla mejor cuando se utiliza una botella equipada con un chupón. El equipo debe de ser limpiado intensivamente después de cada uso, para minimizar el riesgo de crecimiento bacteriano y el riesgo de transferir patógenos. El alimentar con calostro insertando la cabeza de la ternera en una cubeta abierta no es recomendado, porque este método puede propiciar algunos desórdenes digestivos.

Por la misma razón, el calostro debe de ser suministrado a la temperatura corporal (39 °C). El calostro frío debe ser calentado en un baño de agua, antes de ser suministrado. Entre alimentos, el exceso de calostro debe mantenerse en contenedores limpios, cubiertos y mantenidos en un ambiente frío. Un tubo esofágico puede ser utilizado para forzar el alimento de una ternera débil o que no puede mamar. Aunque esta técnica puede salvar la vida de la ternera, un daño o la muerte puede ocurrir si el tubo esofágico se inserta en forma inapropiada. La técnica debe ser demostrada primero por un veterinario y todo el equipo debe ser desinfectado apropiadamente, entre usos.


CONGELADO Y DESCONGELADO DEL CALOSTRO

El calostro para un almacenamiento a largo plazo puede ser preservado por medio del congelamiento sin perder su valor inmunológico (destrucción de anticuerpos). Esta práctica es un método conveniente para asegurar que el calostro de buena calidad esté siempre disponible. El calostro de vacas maduras que han nacido y han sido criadas en la granja debe ser congelado en porciones de 1.5 kg a 2 kg, que es la cantidad requerida para una sola alimentación. El congelamiento y descongelamiento del calostro no destruye los anticuerpos. El calostro congelado puede ser descongelado, calentando y alimentado a la ternera recién nacida cuando hay una preocupación acerca de la efectividad en la transferencia de inmunidad del calostro de la madre.

Este será el caso cuando el calostro:

Es delgado y aguado; contiene sangre; proviene de un cuarto infectado con mastitis; proviene de una vaca que ha sido comprada recientemente o novilla a primer parto; proviene de una vaca que fue ordeñada antes del parto o tuvo un goteo severo antes del parto.
Un baño de agua caliente (45 ºC ó 50 °C) debe de ser utilizado para descongelar el calostro congelado y para calentarlo a una temperatura corporal antes de que este sea administrado. Una bolsa impermeable de calostro congelado puede ser colocada simplemente en un contenedor lleno de agua templada. La temperatura en el calostro que se está calentando debe ser observada muy cuidadosamente para evitar la destrucción de anticuerpos y el riesgo de causar daños por quemaduras en la ternera.

Por Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
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