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Propuestas para sobrevivir al US$

18 de octubre de 2010

La clave sería ser aún más eficientes y promover junto a todos los actores, políticas que permitan resolver el tema de una vez por todas.

El problema del dólar no es sólo que está bajo, con valores que rondaron los $475 casi toda la semana pasada. El problema de fondo es la gran fluctuación de la divisa. Y los agroexportadores ya no saben qué hacer para que los márgenes sean los suficientes para seguir subsistiendo la temporada que viene y para que los bancos les concedan créditos que los ayuden a salir a flote.

Los dirigentes gremiales hacen su tarea. Para hacer ver este escenario a las autoridades, el jueves varios miembros del Consejo Exportador de Alimentos llevaron propuestas al ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

"Nos reunimos para transmitir la dramática situación que está enfrentando el sector exportador de alimentos, debido a la caída de la competitividad y de la vertiginosa baja del tipo de cambio", explica Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores, Asoex.

Los exportadores necesitan soluciones ya, porque "la situación no da para más", sostienen. Y hay que considerar que el valor del dólar es difícil que repunte. Por lo que es importante que se tomen acciones que den seguridad al negocio, aún con las fluctuaciones que afectan a la divisa.

La cuarta parte de las exportaciones

Durante el año 2009, el Consejo Exportador de Alimentos conformado por múltiples organizaciones, que van desde los exportadores de fruta hasta la industria gourmet, exportó del orden de los US$ 11.000 millones, situándose en el segundo grupo con mayores envíos después del cobre. De éste, el 24% corresponde a fruta fresca y 21% a alimentos procesados.

Con tal relevancia, la industria de la fruta no se explica por qué les toca tan difícil: la mayoría de los bancos sólo les otorga créditos en pesos, cuando la moneda que negocian es el dólar y deben competir con economías que tienen gran parte de su agricultura subsidiada. Ésa es sólo la punta del iceberg.

"Tenemos una agricultura pujante con grandes oportunidades, pero el potencial no se condice con la rentabilidad actual del negocio. Necesitamos soluciones de fondo que nos permitan avanzar y no volver al tema del tipo de cambio cada año", sostiene Antonio Walker, presidente de la Federación de Productores de Fruta, Fedefruta.

¡Soluciones ya!

Las esperanzas de cambio y de reimpulso para el sector agroexportador estaban puestas en las 25 medidas planteadas por el Presidente Sebastián Piñera.

A través de éstas, el Gobierno se comprometía a un precio del dólar más competitivo y estable, además de promover una competencia leal, entre otras iniciativas.

"Daba la impresión de que las medidas resolverían varios temas para el sector", puntualiza Walker.

Pero hasta ahora no han sido impulsadas. El sector exportador es consciente de que se han tenido que enfrentar distintos desafíos a lo largo del año, como la reconstrucción posterremoto y recientemente el rescate de los mineros, pero insisten en que sus márgenes ya no dan para más.

"No queremos que nos subsidien o regalen nada, sólo que nos brinden un escenario justo y competitivo que nos permita seguir adelante. Entendemos que hay otras coyunturas, pero ya no podemos esperar. Hay efervescencia, e incluso se ha hablado de realizar algún tipo de manifestación para que nos escuchen, como lo realizado en 2008 en Requínoa. Esperamos poder resolver el tema antes de que los ánimos se compliquen más", sostiene Walker.

Está claro que no basta con sólo plantear la problemática. Los productores están tomando también medidas, pues ya han visto que la mayor eficiencia sería una de las claves para sobrevivir. Año a año Chile viene mejorando en eficiencia, y hoy es uno de los países de la región con positivos indicadores en ese sentido. De ahí que haya sido uno de los temas claves de la reciente Convención Nacional de Productores de Frutas y Fruitrade 2010.

Siempre se puede mejorar, es cierto, pero el problema, según los expertos, no estaría en la eficiencia, sino que en la dependencia de las exportaciones y lo pequeño del mercado interno.

"Hay que ser conscientes que, al comparar nuestra eficiencia con otros países de la región, en muchos casos somos líderes. El problema es que esos países tienen un mercado interno importante, que los ayuda a mantener buenos márgenes con menor eficiencia, ahora nosotros debemos ser eficientes hacia fuera y sin medidas justas como la regulación al dólar", puntualiza Walker.

Pero como la idea no es sólo mostrar la inquietud, los mismos productores frutícolas se han abocado a buscar formas de seguir. Algunas de las ideas del sector para ser aún más eficientes tienen que ver con mejorar la actual infraestructura e inversiones en obras de riego y superar lo atomizado de la industria, trabajando en conjunto con fórmulas como la economía a escala.

"Invertir más en investigación, asociarse, llegar a acuerdos, ser más asertivos en la promoción de la imagen país y perseguir políticas de capacitación y educación en conjunto, serían algunas fórmulas para mejorar en eficiencia", explica Walker.

También el Consejo Exportador tiene claro el camino a seguir.

Entre las propuestas realizadas al Ministerio de Hacienda, destacan la solicitud orientada a disminuir los costos de la burocracia, la eliminación del IVA a la importación de maquinarias, el incremento de las garantías, la mayor promoción de proyectos para mejorar la competitividad y el establecimiento de un programa de reconversión de especies (similar a lo que dispone al sector forestal).

No es todo.

Según las organizaciones asociadas al Consejo Exportador, las medidas debieran complementarse con una batería de políticas públicas que permitan reducir los actuales costos.

Entre éstas se recalcan la contratación de un seguro de cambio nacional, equiparar acciones de otros países para defender la competitividad, igualar el costo de servicios estatales que se cobran en países que compiten con Chile, generar tarifas de servicios (agua, energía eléctrica y gas, entre otros) que sean competitivas y desarrollar una imagen país orientada a alcanzar mejores precios afuera.

Hoy, la situación para el sector es estrecha. Los márgenes no permiten avanzar, más bien estancan al rubro. Con tanta dificultad, pensar en ser potencia agroalimentaria y un país desarrollado a mediano plazo es complejo.

"Con una agricultura pobre no podemos ser un país desarrollado. No nos interesa sólo subsistir, sino mejorar las condiciones laborales de nuestros trabajadores, mejorar las remuneraciones y reencantar a la gente. Pero con este escenario, ¿cómo hacerlo?", indica Walker.

Y dado que el precio del dólar no parece tener un futuro muy despejado, aparece como vital que todos los actores del sector agroexportador acuerden soluciones que no sólo les permitan salir airosos de la actual coyuntura, sino que además facilite los canales de competitividad y estabilidad a largo plazo.

Para ser una potencia agroalimentaria y exportadora, una de las bases es el desarrollo. Pero con la actual fragilidad frente al tipo de cambio y las pocas medidas paliativas para frenar su impacto, es poco lo que se puede avanzar.

Las cartas y las propuestas están sobre la mesa.

Mecanismos alternativos
No sólo hay que volver más eficiente la producción. También hay instrumentos financieros para prevenir el impacto de la volatilidad de la divisa.

- Mecanismos de cobertura y seguro cambiario, con apoyo estatal, que permiten realizar operaciones futuras con el tipo de cambio deseado.

- Promover acciones y políticas que revitalicen el actual modelo financiero para evitar esperar el movimiento del dólar.

- Nuevos mecanismos de crédito para el sector, en dólares a largo plazo, tanto para capital de trabajo como para inversión, con tasas competitivas y políticas de fomento a la inversión.

- Diversificación de mercados y mayor inversión en la imagen país.

Algunas cifras
El año pasado, los agroalimentos representaron US$ 11.000 millones y son el segundo sector exportador después del cobre. El 24% de eso corresponde a fruta fresca, el 21% a alimentos procesados, el 18% a salmones y truchas, 13% a vinos, el 11% a otros productos del mar, 7% carnes y cecinas y 6% a otros productos de nicho como el aceite de oliva, los lácteos y productos gourmet.

Entre 2000 y 2010, las exportaciones de fruta fresca pasaron de los US$1.350 millones a los US$ 3.038 millones.

Para Chile, el sector representó en 2009, el 10,3% del PIB. Genera 450 mil empleos directos, sin incluir los indirectos como transportistas, proveedores y otros servicios. Por cada tres empleos del sector minero, el frutícola

genera 157.

Fedefruta y la baja del dólar
"Como gremio estamos agotados de tener que siempre lidiar con el tema del tipo de cambio, porque nos quita tiempo y energía para avanzar en otros tópicos relevantes para el desarrollo del sector, como la búsqueda de nuevos mercados. Esperamos que se entreguen soluciones definitivas a este problema que se repite año a año, porque sino es complejo crecer y avanzar", sostiene Walker..

 

Fuente: Revista del Campo - El Mercurio

 

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