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Las propuestas del agro para enfrentar el terremoto

8 de marzo de 2010

Luego de verificar que su familia estuviera bien, Antonio Walker se dirigió al fundo Marengo. El sol despuntaba la mañana del sábado 27 de febrero e iluminaba un escenario apocalíptico en Curicó.

Walker tenía razones de sobra para tomar su camioneta y llegar a Marengo. Como productor frutícola, allí tenía buena parte de sus huertos. Tras recorrer los árboles frutales y las oficinas encontró el daño esperado para un cataclismo como el que azotó al país a las 3:34 horas: una importante cantidad de frutas estaba en el suelo.

Para lo que Antonio Walker no estaba preparado era para la reacción de sus trabajadores.

-Al mediodía, más de la mitad de la gente ya se había presentado en Marengo. Estamos hablando de personas que, en muchos casos, tenían sus casas dañadas. Pero, aún así querían saber en qué podían ayudar para superar los daños provocados a la empresa por el terremoto. Demostraron un compromiso que conmueve. La televisión no mostró esas historias, se privilegió contar sobre los desmanes, afirma Walker.

Geográficamente, el movimiento de 8,8 grados en la escala de Richter calza casi perfectamente con buena parte de la actividad agrícola. De hecho, las imágenes de cubas de vino destruidas, canales rotos y frutas en el suelo se multiplican en Colchagua, Cauquenes, Los Ángeles y Negrete. Sin embargo, lejos de tener el espíritu abatido, el agro chileno reaccionó con fuerza.

En el sector existe conciencia de que las cosas nunca le han sido fáciles: todo lo que logró fue a punta de esfuerzo para superar el aislamiento de los principales mercados mundiales y una geografía, de tanto en tanto, hostil.

La positiva reacción desplegada en el campo de Antonio Walker se multiplica en diversos rubros agropecuarios.

-Los empresarios agrícolas siempre hemos trabajado en forma muy cercana con el Estado. Nos interesa que el país y nuestro sector productivo se recuperen lo antes posible, afirma Jorge Guzmán, presidente de la Federación de Productores de Remolacha.

La Revista del Campo realizó un catastro de las principales propuestas del agro. El objetivo no es sólo enfrentar las situaciones de emergencia, sino entre la decenas de entrevistados, surgieron ideas concretas para enfrentar la etapa de reconstrucción. Las ganas de trabajar se multiplican. Frases como "estoy disponible para aportar en lo que pueda", fueron la tónica. Un impulso que puede ser vital considerando que esta semana se producirá la llegada de un nuevo gobierno, con un lógico, menor expertise.

Eso sí, también hay conciencia de que el sentido de urgencia no debe eclipsar el objetivo de hacer un trabajo serio y de largo plazo.

-Tenemos que hacer las cosas muy bien. No queremos que se levanten soluciones de parche que luego se transformen en definitivas, dice Ronald Bown, presidente de la Asoex.

A continuación algunas de las propuestas para enfrentar los efectos del terremoto.

1 Retrasar la tarifa eléctrica de invierno

Según la legislación actual, a partir del primero de abril, en el consumo eléctrico debe comenzar el tarifado de invierno. Originalmente, esa medida se implementó para desincentivar el consumo industrial al caer la tarde y privilegiar el de los hogares.

El problema es que el efecto del terremoto generará un retraso de una a dos semanas en el proceso agroindustrial y se acercará peligrosamente a abril. Existe la posibilidad cierta de que desde los packing de frutas frescas hasta los deshidratadores decidan operar sólo en el horario de día, debido a que ya deben enfrentar los costos de reconstrucción. En la práctica, eso significa un cuello de botella para los agricultores que se quedarán con sus frutas u hortalizas deteriorándose en los campos.

-El Gobierno puede retrasar en dos meses la tarifa de invierno. Eso nos permitirá trabajar las 24 horas del día y ayudaría a disminuir el atochamiento de materia prima que se va a producir cuando los agricultores vuelvan a estar en condiciones de cosechar, explica Juan Sutil, presidente de Coagra.

2 El Estado debe ser flexible y rápido

En el país, probablemente nadie sabe mejor que Jorge Prado cómo el Estado debe enfrentar los estragos de un movimiento telúrico en el agro. Veinticinco años atrás, Prado, mientras era ministro de Agricultura tuvo que enfrentar el terremoto que asoló las regiones de Valparaíso, Metropolitana y de O'Higgins. De su experiencia extrajo un par de conclusiones rotundas.

-En primer lugar, el Ministerio de Agricultura tiene que tener una mentalidad flexible y rápida. Hay que respetar las normas, pero no ahogarse por la mentalidad burocrática del aparato estatal. Si hay liderazgo se pueden enfrentar los problemas con rapidez. Lo segundo es que es ese ministerio el que tiene la responsabilidad principal de enfrentar los problemas sociales en sectores rurales. Nadie tiene ni el conocimiento ni la capacidad operativa de Indap. Por ejemplo, para resolver las casas destruidas en el campo, el Ministerio de Vivienda tendrá dificultades serias, pues tiene un énfasis urbano, afirma Prado.

3 Renegociar el marketing order en EE.UU.

A los tres días del mega movimiento telúrico, Hillary Clinton, la encargada de las relaciones internacionales de Estados Unidos, llegó a Chile para ofrecer su solidaridad a la presidenta Bachelet.

Para el sector frutero hay una acción concreta con la que el gobierno de Barack Obama puede apoyar económicamente a Chile. A partir del 10 de abril comienza el marketing order, la medida norteamericana que limita el ingreso de uva de mesa chilena a ese mercado. En la práctica, eso significa que las últimas uvas que zarpan desde puertos chilenos deben hacerlo hasta la penúltima semana de marzo. En el sector frutícola se pide que el gobierno chileno solicite una prórroga extraordinaria de diez días, para así poder recuperar el tiempo en procesamiento de uva de mesa que se va a perder.

-Los importadores están haciendo lobby en EE.UU., además sabemos que la Cancillería está interesada en lograr una extensión del marketing order. Esperamos que Estados Unidos tenga una respuesta positiva, afirma Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores.

4 Apoyo a centros de acopios para cereales

Con la cosecha de trigo recién finalizada en la Región de Biobío y con la de maíz a punto de partir en unas semanas más, entre los agricultores hay serios temores por la capacidad de guarda de esa zona. Se estima que el 30% de los silos quedó dañado, situación que se agudiza por la dificultad para transportar las materias primas fuera de la región.

Para José Miguel Stegmeier, consejero de la SNA y productor de Los Ángeles, se requiere que Cotrisa implemente lugares de almacenamiento de emergencia en la VIII Región.

En tanto, Darío Polloni, gerente general de Copeval, afirma que una buena opción es bonificar el costo en que incurrirán los productores para mover su trigo o maíz fuera del Biobío, como una forma sencilla y más barata de disminuir el daño económico que sufren los agricultores de esa zona.

5 Concursos de reparación en riego

Uno de los grandes cambios del agro chileno en el último par de décadas es el fuerte ingreso de la agricultura tecnificada. La masificación del riego por goteo o de los gigantescos pivotes permitió el salto de calidad en frutales y de productividad en la remolacha. El gran problema, como reveló el terremoto, es que las obras asociadas, como bombas o bocatomas, son muy sensibles a los cataclismos.

La idea, entonces, es replicar el exitoso mecanismo de concurso para bonificar obras de riego tecnificado que realiza el Minagri, pero con un énfasis en la reparación de las obras ya existentes.

-La fruta es altamente dependiente del riego. Si no hay una buena irrigación, no se obtiene un producto con la calidad para entrar a un supermercado extranjero y, como los márgenes en el negocio frutícola son tan estrechos, no puedes permitirte quedarte fuera de ellos. Es vital recuperar nuestra infraestructura de riego tecnificado, afirma Antonio Walker.

6 Privados en la reconstrucción

En uno de los puntos en que existe mayor coincidencia en el agro es que en ese sector existe una gran capacidad humana para recuperarse. Se asegura que es importante que el Estado le permita operar y que no la ahogue con burocracia.

-Hace tres años tuvimos problemas en los canales de nuestra zona. El Estado se comprometió a ayudar. Sin embargo, el costo se elevó tres veces respecto del que nosotros cotizamos inicialmente, además de demorarse mucho más tiempo las reparaciones. Si el Estado nos apoya y es flexible podemos recuperar los canales rápidamente y en forma barata. Hay que confiar en la iniciativa privada, afirma Patricio Guzmán, presidente de la Asociación de Regantes del Laja, de la VIII Región.

7 Impulsar la logística de transporte

A diferencia de otros sectores exportadores, en el agro se trabaja con seres vivos, desde semillas hasta frutas, por lo tanto, altamente perecibles. Es por eso que se pide apoyar la logística del sector tanto en carreteras como en los puertos.

-La industria semillera tiene una ventana de tiempo muy pequeña para exportar. Si no llegamos en la fecha solicitada, quedamos fuera del negocio. Por eso se requiere que se facilite el desplazamiento de maquinarias por las carreteras; el apoyo de las autoridades sería vital, indica Mario Schindler, gerente de Anpros.

También se requiere agilizar la operación en los puertos.

-San Antonio y Valparaíso están bajo una alta presión, pues tienen que absorber el peak de la temporada frutícola y las exportaciones que no están saliendo por la VIII Región. No puede ser que se privilegie a los cruceros o a la minería, que no manejan productos perecibles. Las autoridades tienen que tomar cartas en el asunto, afirma Ronald Bown.

8 Reforzar la imagen internacional

El miércoles los viñateros tuvieron que cortar por lo sano. Eran demasiados los rumores que hablaban de hecatombe en el sector. Ese día, René Merino, presidente de Vinos de Chile, se sentó frente a una mesa atiborrada de periodistas para dar una conferencia de prensa. Habló claro. Reconoció las pérdidas de vino, pero descartó un golpe demoledor. Buena parte de la capacidad de las viñas estaba operativa.

La jugada de la industria del vino respondía a los temores de los importadores de que las exportaciones chilenas se detuvieran. La posibilidad de reemplazarlos por vino sudafricano o argentino se les pasó por la mente a algunos. Lo que había comenzado como un rumor podía terminar teniendo un serio impacto.

Es por eso que los viñateros han liderado la idea de que el nuevo gobierno potencie la inversión en imagen internacional. El objetivo es hacer notar que el sector agroexportador chileno es confiable, a pesar de sus problemas coyunturales. Una tarea de marca mayor considerando que las imágenes de saqueos mostrados por la televisión internacional tienen el potencial de contaminar la mirada de los consumidores.

9 Financiamiento privado de emergencia

Jorge Guzmán, presidente de los remolacheros, reconoce que varios agricultores deberán invertir fuertes sumas en recuperar galpones y sistemas de regadío. Por eso propone que los bancos flexibilicen las cobranzas de sus créditos en los próximos 90 días. Ese plazo permitiría un desahogo para enfrentar las primeras medidas de emergencia.

10 Asegurar el suministro de energía

A buena distancia del epicentro del terremoto, en Osorno, éste tiene su réplica en el agro de esa zona. Casi toda la capacidad de refinamiento de combustibles se encuentra ubicada en la V y VIII Región. Con las refinerías del Biobío paralizadas, el transporte de diésel debe atravesar buena parte del país, por lentas carreteras, para llegar a los planteles lecheros.

En la Sociedad Agrícola de Osorno, proponen levantar temporalmente las exigencias de calidad a las importaciones de combustibles desde Argentina. Éstas pueden favorecer a los sectores productivos desde Temuco al sur.

Fuente: El Mercurio.

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