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El sabroso espacio que dejó Brasil en la parrilla nacional

31 de marzo de 2017

 El escándalo en el país carioca abrió una oportunidad para los productores locales, los que intentarán revertir la constante baja en el consumo que se viene registrando.

La crisis de la carne en Brasil parece estar abriendo una ventana de oportunidad al deprimido sector productor nacional. Con un consumo de carne de vacuno que parece ir a la baja -debido a la preferencia por la que llega de otros países-, los productores, plantean en la industria, deben aprovechar el momento para recuperar el terreno perdido.

En los últimos años el precio -la nacional es 20% superior- así como el espacio que han ido ganando el pollo, pavo y otros animales, ha provocado que el atomizado mundo de los productores vaya disminuyendo, de forma lenta, pero constante. Una de las oportunidades, dicen en la industria para contrarrestar este fenómeno, es el cambio de estilo que han experimentado en los últimos años los consumidores, ya que más que cantidad, se ha apostado por la calidad. Bien lo saben en Pro Carne y en MeatMe, empresas que han incorporado poco a poco cortes de mayor valor, ya sea elaborando o vendiendo a través de tiendas con una apuesta de valor distinta que la carnicería de barrio.

Pero son pocas las carnicerías, y menos los productores, que han aprovechado la situación internacional luego del escándalo de corrupción y encubrimiento sanitario en las carnes exportadas desde Brasil, que durante las últimas dos semanas asombró a este lado del mundo.

A pesar de que nunca llegaron carnes contaminadas a Chile, Horacio Borquez, de la Asociación Chilena de la Carne, cree que la situación dejó a los clientes con un poco de inseguridad con respecto a los productos que arriban de otros países, pero esa inquietud, comenta, no va a durar más de lo necesario. Aún así, recalca que el consumo de productos nacionales se ha estancado.

El beneficio de ganado bovino, es decir, la cantidad de animales sacrificados para producción de carne, se genera en un 24,9% en la Región de Los Lagos, seguido de la Araucanía, con un 19%. Por lo mismo, para Christian Arntz, de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), el hecho ocurrido con Brasil les refuerza la idea que ellos como gremio han sostenido desde hace muchos años: que la calidad de la carne chilena es mucho mejor que la de otros países y que está dentro de las mejores a nivel mundial, sobretodo en cuanto a calidad nutricional e inocuidad. Lo anterior resulta ser clave cuando ocurren situaciones de este tipo, que son un golpe para el mercado internacional de este producto. En Sago creen que las importaciones son una ruleta rusa que puede llegar a sorprender de mala manera, como fue lo que sucedió con Brasil, comentan.

El llamado de Arntz es a que se coma carne chilena, y hacer que el cliente y consumidor reflexione acerca de que el precio de la carne importada no significa mayor calidad y, mucho menos, seguridad, siendo esta aún más cuestionable luego de los últimos sucesos.

Para Rafael Lecaros, gerente de la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile (Faenacar), la situación con el país brasilero sirve para transmitir la importancia de tener en cuenta que la carne producida y controlada directamente en el país es la más segura que puede existir en el mundo.

Este análisis apunta a que la calidad es mayor, producto del alimento. Para Arntz, los costos que implica la fuerte presencia del SAG en todas las etapas de producción, más que una carga para las empresas, debería ser aprovechado como un activo, para que sea valorado por los chilenos. Y que esto, obviamente, haga que el consumidor opte por el producto nacional por sobre el importado. Además, advierte que es necesario comenzara cambiar la forma en que los productores y las asociaciones se enfrentan a estas situaciones. Por ello, en Faenacar ya modificaron sus estatutos para tratar de nivelar hacia arriba los actores de calidad y producción.

El alza de la importación

De todos modos, el alza de las importaciones de carne no es solo por un tema de mayor preferencia del consumidor, sino que también está dado por una oferta local que no alcanza a abastecer la demanda. Esto, en definitiva está creando un círculo vicioso.

No ocurre lo mismo el caso del pollo, donde la producción de ave broiler, que son las especialmente criadas con fines alimenticios, va en aumento y supera, medido en toneladas, al vacuno, cerdo y otros. En 2015 se produjeron 601.631 toneladas, mientras que en 2016 fue de 621.968 toneladas, una variación positiva de 3,4%.

Pero no pasó lo mismo en la carne. Según la Odepa, en ese mismo transcurso de tiempo se produjeron 225.261 toneladas de carne de bovino en 2015, mientras que el año pasado retrocedió 4,4%, totalizando 215.267 toneladas.

En el subsegmento vacuno, mostró una baja importante con una variación de 7,5% por tonelada.

Estos menores niveles también se están reflejando en los envíos al exterior. Al mirar los meses de enero de 2016 y 2017, se registró un retroceso en las exportaciones. Según información de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en enero del año pasado se enviaron al exterior 706 toneladas de carne de bovino, mientras que en enero de este año, se exportaron 570 toneladas, lo que generó una variación negativa de 19,3%.

Para Christian Arntz, la baja producción de carne sin dudas complica la exportación, pero para él es hora de darle importancia a nichos distintos los que deberían ser consolidados. Además, cree que hay una importancia muy grande en la generación de nuevos negocios a largo plazo para impulsar no solo el consumo nacional, sino que también las exportaciones y, así darle espacio a la producción nacional y brindar confianza en los productores del rubro.

CORTES PREMIUM EN EL MERCADO

Una de las formas en que el negado de la carne en Chile se ha ido adaptando a los nuevos tiempos es en la búsqueda de clientes que eligen cortes que se consideran premium o tienen mayores niveles de calidad.

MeatMe es una empresa que se subió a esta tendencia y vende carne a través de cajas o Meatbox', que da productos diferentes, y llegan todos los meses a los clientes que se suscriben. En dos años, la demanda ha ido aumentando y han logrado llegar a 2.500 casas, dicen. Desde la empresa, comentan que el corte favorito del consumidor es el lomo vetado, pero de a poco se ha intensificado el gusto por carnes con marmoleo (infiltración de grasa) y están prefiriendo bajar la cantidad de consumo, pero a cambio de mayor calidad. En cuanto a los jóvenes. MeatMe ha visto una tendencia de cortes que requieran menor tiempo de cocción, para tener más oportunidades consumo.

 

Fuente: Diario Financiero

 

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