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Uruguay: Estrategias tecnológicas permiten producir carne a grano para la UE

17 de julio de 2013

Un estudio presentado por el Instituto Plan Agropecuario (IPA) sobre distintos sistemas de producción para lograr novillos aptos para la Cuota 481 –de carne terminada a grano para la Unión Europea (UE)– demostró que no todas las estrategias sirven, aseguró a El Observador Carlos Molina, técnico del IPA.

Sin embargo, agregó que hay otras estrategias que permiten llegar a márgenes brutos de US$ 200 por cabeza en recría y US$ 260 por animal incluyendo el encierro hasta la faena.

Molina presentó el lunes pasado un trabajo elaborado junto a Alfredo Irigoyen, Santiago Lombardo, Valentín Taranto, Esteban Montes y Danilo  Bartaburu, denominadodo Alternativas tecnológicas para la recría y engorde.

En la jornada también disertó el director de Control y Desarrollo de Calidad del Instituto Nacional de Carnes (INAC),  Ricardo Robaina, quien aportó datos que contribuyen a generar un mayor conocimiento del negocio de la Cuota 481 y de los requerimientos técnicos que existen para producir ganados con destino a la UE.

Molina dijo que existen alternativas tecnológicas que se pueden utilizar a nivel de predios para producir ese tipo de animales, como fueron los tres casos de productores presentados el lunes pasado en la sede del IPA.

Enfatizó que la información elaborada es importante para que el ganadero, antes de decidirse por producir para esta cuota, analice detenidamente si dentro de su sistema de producción es posible y si es económicamente viable.

“Hay que tener en cuenta que no es sencillo producir un animal con 23 meses y con un peso de 400 kilos para entrar al encierro. Por ello hay que afinar muy bien la alimentación y la sanidad. Tiene que entrar muy bien al corral para que luego en otros 100 días lo saquen para la faena con 500 kilos”, explicó Molina.

Lo que queda claro es que a unos le puede convenir y a otros no, como cualquier sistema productivo nuevo, por lo que es fundamental que cada productor analice sus posibilidades, agregó el experto.

Molina dijo que para producir ese tipo de animales a campo natural no se llega y que a campo natural con una suplementación de afrechillo de arroz al 1% en el invierno o pastoreos de mejoramientos extensivos retardados, o pastoreos horarios de verdeos y praderas, en general tampoco se llega. Estos animales llegan a 330 kilos, según información de INIA.

Sin embargo, otra estrategia muestra que con animales destetados y con alimentación de pradera y verdeo más suplementación con granos en el primer invierno y heno en el segundo otoño –investigación de INIA–  se llega a los 390 kilos.

Otra estrategia, que surge de investigaciones de la Estación Experimental Dr. Mario A. Cassinoni de la Facultad de Agronomía, también permite llegar con el peso de los animales en el tiempo requerido.

Se arranca con un ternero de 150 kilos aproximadamente que si permanece encerrado el primer invierno en un corral y luego es criado en campo natural o pradera en primavera, verano y otoño, ese animal llega a los 390 kilos con los 22 a 23 meses requeridos para ingresar al encierro final.



El productor debe decidir hasta dónde llega

Los resultados de los productores analizados, que son por supuesto obtenidos en predios comerciales, demuestran que hay un sistema que tiene un excelente margen, donde un productor que vende para el encierro un novillo de 390 kilos –que compra con 150 kilos– después de pagar el ternero le queda un margen bruto de US$ 200 por cabeza (contempla solo los costos directos), explicó Carlos Molina, del Instituto Plan Agropecuario (IPA).

A su vez, otro sistema que compra los terneros también con 150 kilos, que recría y luego engorda en su propio corral hasta la faena, genera también un resultado de unos US$ 260 por cabeza de margen bruto.

En este caso, lo que hizo el productor fue la recría de los animales  y luego encerró el lote de punta que lo vendió a un frigorífico para la Cuota 481. Estos datos sirven para comparar con otros sistemas de producción que utilizan los recursos de forma parecida. El ganadero debe analizar si le sirve recriar los terneros hasta los 350 kilos para venderlos a un corral de encierro o seguir con el engorde a corral en su propio establecimiento, completando todo el ciclo hasta la faena.

Pero también puede optar por llevar la recría hasta los 370 kilos para un encierro destinado a otro destino que no sea la Cuota 481 o hacer el engorde de esos novillos hasta los 440 kilos con destino a otro mercado, porque de acuerdo a su realidad quizás le resulta más conveniente, dijo Molina. Pero además hay otro caso de un productor que lleva sus novillos a 300 kilos, que vende a un terminador y le genera un margen interesante. Sin embargo, a otros animales de ese lote les agrega más kilos hasta 340, que le dan un margen negativo, lo que demuestra que se debe estudiar hasta qué peso se deben recriar los animales, explicó.

Fuente: El Observador

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