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La gestión de recursos humanos toma fuerza en la lechería

29 de octubre de 2012

La gestión de los recursos humano en la agricultura y sobre todo en la lechería es un tema emergente y que ya está presente en el sector primario.

El productor de leche Günter Stehr dice que la escasez de mano de obra se comienza a notar. Sobre todo cuando llega la hora de reemplazar a un trabajador que se jubila o toma otros rumbos.

“A todos nos ha pasado que cuando se va un trabajador que tiene una edad avanzada, es muy difícil reemplazarlo”, señala.

Y remarca que es habitual escuchar quejas entre los productores lecheros que no pueden encontrar trabajadores y captar mano de obra para diferentes labores en el campo; y específicamente en lechería, que tiene algunas características específicas en cuanto a destreza y técnicas.

Rodrigo François, presidente de Aproleche Araucanía, confirma que el tema mano de obra es de gran relevancia para la actividad lechera. Pese a eso, nunca lo habían abordado de manera profunda en el marco de una jornada masiva.

Eso hasta ahora. El ingeniero agrónomo y director de la Fundación Agro UC, Juan Pablo Subercaseaux, abordó el tema de la “Gestión de recursos humanos en el sector lechero: cómo reclutar trabajadores” en el marco del ciclo de charlas que lleva adelante la Federación de Productores de Leche (Fedeleche) junto a Aproleche Araucanía.

“Este es un problema que vemos hoy; no es de mañana. Hoy tenemos problemas graves para encontrar mano de obra calificada y no calificada; los jóvenes prefieren venirse a la ciudad. Por eso el llamado es a los mismos productores para buscar las maneras y mecanismos que incentiven la permanencia del trabajador en el campo”, señala el presidente del gremio lechero de La Araucanía.

Según Subercaseaux, quien además es productor de leche, hay varios elementos caracterizadores de la mano de obra agrícola. Uno de ellos es que la productividad del sector es la más baja de todos los sectores económicos, a pesar que aumenta año a año; adicionalmente, es el sector que ocupa la mano de obra con menor nivel de educación; y tiene una marcada estacionalidad.

En tanto, específicamente en el sector lechero, hay algunos datos que marcan la realidad y la complejidad del problema ligado a los trabajadores.

Según un estudio de recursos humanos desarrollado por la Fundación Agro UC, se estableció que existe una alta variabilidad en los resultados económicos de los productores nacionales. Y se calcula que la mano de obra–en promedio- representa en torno al 22% de los costos totales de la producción de leche y se ubica sólo por debajo de la alimentación (46%). “Pero asimismo se estima que el costo de mano de obra es de mayor variabilidad dentro de la producción”, acota.

Otra característica de la mano de obra lechera chilena es su baja productividad, lo que contrasta con lo que ocurre en otras naciones lechera.

“La productividad del trabajador lechero chileno es una quinta parte de la de uno en Nueva Zelandia o Australia; mientras el promedio nacional llega a 50 litros de leche por hora, en el país oceánico llega a 250. En Argentina llega a 70 y en Uruguay a 58″, explica el especialista.

Justamente allí, según señala Juan Pablo Subercaseaux, hay un punto que se debe mejorar, pues la brecha que existe es muy amplia y representa un potencial problema de competitividad, sobre todo cuando se quiere competir en el mercado mundial de los lácteos.



No TODO ES plata

Según el ingeniero agrónomo, la disponibilidad de mano de obra es un tema complejo: conseguir un trabajador y mantenerlo es muy difícil, porque hay una alta demanda tanto en el mercado agrícola como en otros que compiten por el recurso humano, como el sector minero y el comercio.

De hecho, hoy por hoy se aprecia un déficit en la mano de obra que ingresa al sector agrícola. Sobre todo en el segmento más joven que opta por otros trabajos urbanos. Y como el promedio de edad es alto en lechería (la mayoría tiene entre 40 y 60 años), esto hace que se genere un vacío que lentamente se está comenzando a notar.

Ante eso, según Subercaseaux, una de las claves es cambiar la mirada y los aspectos más arraigados. Por ejemplo, modificando la composición de los salarios, pasando de los ingresos fijos a los variables de acuerdo a la producción, lo que genera más productividad individual, al sentir el trabajador que todos ganan al hacer mejor sus labores.

Pero además se debe apuntar hacia incentivos y motivaciones extra para lograr a cautivar trabajadores. “Hay que considerar que hay un aspecto cultural, porque trabajar en el campo no tiene glamour. Y ese es un tema que debemos abordar como sociedad, porque no puede ser que hasta hoy haya discriminación a los trabajadores agrícolas”, señala.

Subercaseaux apunta a los llamados factores “no monetarios” como elementos que pueden marcar la diferencia y que deben estar presentes en las relaciones contractuales en las distintas actividades.

Entre ellos menciona la valorización del trabajo, el respeto, la igualdad, la posibilidad de aprender y la existencia de un buen clima laboral. “No todo es plata. Si yo le ofrezco más plata a una persona para realizar un trabajo, seguramente vendrá a trabajar conmigo. De hecho es uno de los temas a los cuales los empleadores recurren para conseguir un trabajador. Pero también está demostrado que en aquellos campos donde hay buenas relaciones entre las partes, esos trabajadores tienen una gran fidelidad aunque le mejoren las condiciones económicas en otras partes”, plantea.

Por ello, remarca, es crucial que se generen los incentivos y creen las motivaciones externas, paralelas al salario. “Es decir que la persona se sienta motivada internamente, más allá del sueldo que recibe”, agrega.

En ese plano, dice que es muy importante que el empleador entienda que las relaciones han cambiado. “Hoy el que tiene la sartén por el mango es el trabajador”, explica.

Para Rodrigo François, los empresarios agrícolas deben estar atentos a las necesidades y requerimientos de sus trabajadores, de manera de conocer y manejar adecuadamente los factores que tienen alto impacto en la productividad del empleado y por ende en el plantel lechero.

El dirigente reconoce que de continuar el lento despoblamiento del mundo rural y la fuga de trabajadores hacia otras áreas, el factor costo colocará más presión sobre la producción de leche, sobre todo en cuanto a los costos asociados y la competitividad del rubro, lo que podría hacer peligrar los objetivos nacionales de consolidarse como un país productor y exportador de lácteos de calidad.

Günter Stehr cree que se debe conocer la manera más óptima para enfrentar la llamada nueva relación entre los productores y los trabajadores. “Según señaló el especialista, si los productores cambiamos la actitud y la relación tradicional que ha existido con los empleados, se puede generar un cambio positivo”, considera.

Fuente: Revista del Campo Sureño

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